lunes, 11 de julio de 2011

Todo tienen una razón de ser....

Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas,
y rápidamente nos damos cuenta
de que esto pasa porque debe de ser así,
para descubrir un propósito, para enseñar una lección,
para descubrir quienes somos en realidad,
para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.
Tú no sabes quienes son estas personas,
pero cuando fijas tus ojos en ellos,
sabes y comprendes que ellos afectaran tu vida
de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas,
pero en realidad entiendes que sin que superes estas cosas
nunca realizarás tu potencial,
tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida.
Nada sucede por casualidad o por la suerte.
Enfermedades, heridas, el amor,
momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías.
Todo ocurre para probar los límites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas,
la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa.
Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar,
plana, cómoda y segura,
más empañada y sin razón...
La gente que conoces afectan tu vida,
las caídas y los triunfos que tú experimentas,
crean la persona que eres.
Aún se puede aprender de las malas experiencias.
Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón,
le das gracias porque te ha enseñado lo importante de perdonar,
de la confianza,
y a tener más cuidado de a quién abres tu corazón...
Si alguien te ama ámalo tú a ellos,
no porque ellos te amen...,
sino porque te han enseñado a amar,
a abrir tu corazón y tus ojos,
a las cosas pequeñas de la vida...
Haz que cada día cuente y aprecia cada momento,
además de aprender de todo lo que puedas aprender,
porque quizás más adelante no tengas la oportunidad,
de aprender lo que tienes que aprender en ése momento.
Entabla una conversación con gente que no hayas dialogado nunca,
y actualmente escúchalos y presta atención.
Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto.
Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo.
Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y creelo,
sino crees en ti mismo nadie lo hará tampoco...
Crea tu propia vida...,
encuéntrala...
y luego... vívela.

Anónimo.

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