sábado, 31 de diciembre de 2011

viernes, 23 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA DONACIÓ D’ALIMENTS MÉS ENLLÀ DE NADAL

La Fundació Banc dels Aliments ha recollit més de mil tones durant la campanya El Gran Recapte d’enguany. Per tercer any consecutiu aquesta Fundació recull aliments amb la col·laboració de botigues i supermercats durant el període anterior a les festes de Nadal. Posteriorment, els donatius es distribueixen a famílies de Catalunya que viuen sota el llindar de la pobresa (actualment ja sumen gairebé un milió i mig de persones).
Però durant la resta de l'any també és possible col·laborar amb la Fundació, bé fent-se "amic del Banc" o bé participant com a voluntari/a a les diferents campanyes que es realitzen.
Mireu el vídeo de la campanya.


Publicat el 20/12/2011
 

martes, 20 de diciembre de 2011

Reflexiones teológicas de Troeltsch

Ernst Troeltsch (1865-1923) teólogo y filósofo alemán, fue nombrado profesor de Teología en Heidelberg 1894, pero en 1915 se convirtió en profesor de filosofía en Berlín. Aunque Albert Ritschl fue su mentor temprano, Troeltsch continuamente absorbe nuevas influencias intelectuales, incluyendo las ideas de Wilhelm Dilthey y, más tarde, la filosofía del suroeste de la escuela alemana de Kant (especialmente Heinrich Rickert) y la sociología de Max Weber, entre otros
Troeltsch es considerado el sistematizador dentro de la Escuela de la historia de las religiones. En su pensamiento político tomó fuerza la relación entre el Estado (como poder político) y las organizaciones sociales, fundamentalmente la Iglesia. A este fin, en La enseñanza social de las iglesias cristianas (1912), tras plantear la problemática contemporánea a la que se enfrentaba la Iglesia (especialmente la aparición del Estado moderno y el énfasis en la Economía) y de repasar minuciosamente la historia eclesiástica, intenta, sin demasiado éxito, proponer una síntesis y establecer un curso de acción. En cuanto a su perspectiva teólogica, llegó a la conclusión de que el método histórico no era suficiente para echar luz sobre las cuestiones de fe
E. Troeltsch, en El carácter absoluto del cristianismo y la historia de las religiones , considera al cristianismo como una religión insuperable entre las religiones de la redención, ya que se muestra capaz de promover un movimiento ético-sotérico, y concibe a Dios como un Dios personal que interpela al hombre implicándolo en el proyecto de salvación. De la visión de la historia surge la concepción agustiniana de la perennidad de la religión cristiana: "La misma que hoy llamamos religión cristiana existía ya entre los antiguos y no estaba ausente en los comienzos del género humano, hasta que apareció Cristo en la carne. La verdadera religión, que había existido ya antes desde siempre, comenzó entonces a llamarse religión cristiana" Este tema de la conexión y reciprocidad de la filosofía de la historia y de la filosofía de la religión es muy sugerente: desde Lessing hasta Schleiermacher, desde Herder, Schelling y Hegel hasta Troeltsch nos encontramos con una reflexión sobre "el carácter absoluto del cristianismo" que intenta "componer" la singularidad con la universalidad, la historia con la eclesiología filosófica, en la que centrar su pensamiento en la problemática de la relación entre religión e historia, o más concretamente entre normas o valores e historia.


Contexto Histórico
La crisis ilustrada del principio de tradición, la divergencia entre las instituciones y el individuo, la distancia entre los sistemas doctrinales y la vida y el fervoroso «despertar espiritual» desmenuzan el concepto de cristiandad y abren la cuestión sobre qué es lo proprium del cristianismo. La filosofía racionalista de la religión (siglos XVII v XVIII), con su idea de religión natural, subraya que la esencia de la religión coincide en su contenido con la posibilidad del conocimiento natural de Dios en virtud de la razón y de la ley moral natural inscrita en el hombre. Las religiones positivas y reveladas son expresión de la religión natural y la misma idea de revelación se convierte en una mera contradicción. A este reduccionismo racionalista responde la apologética clásica con su triple demonstratio: religiosa, christiana y catholica, que pretende hacer brillar el valor insuperable del cristianismo, la verdadera religión con carácter sobrenatural y capaz de responder a las instancias del hombre.
A la crisis que supuso el cambio de la teología liberal a la teología dialéctica encabezada por el propio Kart Barth, se pasó de una teología “liberal” que encabezó Harnack con “La esencia del cristianismo” donde por miedo del método histórico crítico se trataba de buscar la esencia del cristianismo, propósito totalmente acorde a los últimos coletazos del idealismo. La postura de Harnack fue matizada y ampliada por Troeltsch (El carácter absoluto del cristianismo y la historia de las religiones, 1902) que ampliaba la mirada y situaba el fenómeno religiosos de lo cristiano en relación a las tradiciones religiosas de la humanidad; pero con el mismo propósito, buscar lo esencial y absoluto del cristianismo. Metodológicamente, Barth les acusará de poner a la ciencia como papa de la teología, y un ejemplo de ello será el paso de Troeltsch de impartir teología a impartir en la cátedra de la filosofía de la cultura. El definir correctamente el objeto de la teología será uno de los grandes caballos de batalla de estos inicios compulsivos del s.XX, y en esa batalla Barth tendrá un lugar prominente.
Quizá la principal preocupación de Troeltsch, como la de los grandes científicos sociales alemanes de su época: Weber (con quien compartió residencia y discusiones intelectuales), Simmel o Tönnies, era el impacto de la modernidad en la sociedad alemana. La modernidad producía que las seguridades, las verdades naturalizadas se “tambalearan”, en una Alemania que se industrializó tardíamente respecto a Inglaterra o Francia (hecho que no deja de sorprender contemplando la dimensión de la actual economía industrial alemana).Valga decir que “hasta 1914, en Prusia, seguían perteneciendo a la nobleza un 70% de los ministros, un 62% de los diplomáticos, un 57% de los funcionarios y un 64% de los generales, en el Landtag dominaban por completo la asamblea gracias a la, todavía vigente, ley electoral de las tres clases. En el ámbito de la enseñanza y de la religión nombraban a los maestros y a los pastores, según el derecho de patronazgo”. Todo esto, teniendo en cuenta que la nobleza y los grandes industriales suponían el 0,4% de la población, la burguesía el 31,6% y las clases trabajadoras el 68% restante. Se trató, por lo tanto, de una modernidad comandada por la nobleza, no por la burguesía como en Inglaterra o Francia (un caso comparable puede ser el de Japón).

Conclusiones
La cuestión planteada por el teólogo y filósofo de la religión E.Troeltscn en su tratado «El carácter absoluto del cristianismo », vuelve a ser una cuestión de gran actualidad, pues si a principio de siglo la presencia, la convivencia y el conocimiento dentro de las religiones era un hecho de escasa relevancia, hoy las grandes religiones no cristianas como el Islam, el Budismo o el Hinduismo, están presentes de una u otra forma en todo el mundo occidental. Pero no sólo las grandes religiones, sino también otras muchas formas o expresiones religiosas, no institucionalizadas muchas de ellas, tienen una presencia muy importante en la sociedad occidental. Pensemos, por ejemplo, en la presencia que está teniendo en muchos sectores el movimiento «New Age», o en la profusión de sectas religiosas, que intentan ofrecer una respuesta global a los problemas de la vida, fuera del ámbito de las religiones institucionalizadas pues el estudio histórico no apoya la idea de un concepto de religión que a través de las diversas religiones históricas llega a su plena manifestación en cristianismo. Cada religión despliega sus propias peculiaridades en concordancia con su ley inmanente, esto permite trabajar de manera interesante el diálogo interreligioso desde un enfoque diferente, sobretodo si en el contacto con otras religiones partimos de la base de la imposibilidad de una construcción histórica del cristianismo como religión absoluta pues Pues incluso la idea de este elemento universal como seria el hecho religioso, allí donde surge, es engendrada a través de condiciones históricas peculiares, en cuanto que sólo brota a través de un alejamiento, que se hace históricamente necesario, de la forma anterior de los conteidos vitales dominantes, y es configurada bajo determinados influjos intelectuales y éticos de la situación concreta.

Bibliografia
Reseña de "UNA APROXIMACIÓN A ERNST TROELTSCH" de Eduardo Díaz Cano
RIPS. Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, vol. 9, núm. 1, 2010, pp. 185
-187 Universidad de Santiago de Compostela (España)

Nacho Padró

El Diálogo Interreligioso Hoy.

Lo primero que hemos de abordar es en que consiste la idea del Diálogo Interreligioso para evitar confusiones y poder centrar el tema: Los seres humanos buscan respuestas a algunos de los interrogantes existenciales fundamentales: ¿Cuál es el origen y el destino de los seres humanos? ¿Qué es el bien y el mal? ¿Qué aguarda a los seres humanos al final de su existencia terrena? Todos tienen el deber natural y la obligación moral de buscar la verdad. Una vez conocida, están obligados a adherirse a ella y ordenar toda su vida de acuerdo con sus exigencias y esta búsqueda se ha de enmarcar dentro del marco histórico-cultural de cada uno. El hecho de convivir en culturas tan diferentes y con interpretaciones tan dispares de la realidad, provocan en el intercambio de espacios algunas tensiones y choques cuando las "realidades" de cada uno se contradicen y superponen. Es por eso que se necesita de un mecanismo de compenetración y de búsqueda de puentes y puntos en común que nos permitan la convivencia entre grupos dispares, siendo esta situación cada vez más abundante debido a los fenómenos migratorios y la globalización de las sociedades. Y la búsqueda de una relación y de entendimiento entre las diferentes religiones es a lo que llamamos Diáologo Interreligioso.
Para que un diálogo sea interreligioso, los participantes deben evidentemente ser creyentes y confesar religiones diferentes. La neutralidad no es apropiada. Los no creyentes tan sólo pueden hablar de religión como fenómeno humano. Un discurso así tiene su propio valor, en tanto que análisis sociológico o psicológico, pero no tiene nada que ver con el diálogo. El diálogo tampoco puede concernir a personas de la misma religión. A veces pensamos que un diálogo entre protestantes y ortodoxos nos lleva más o menos a lo mismo que un diálogo entre cristianos y budistas. Esto supone una confusión de términos. El encuentro de cristianos de diferentes tradiciones se llama ecumenismo. Puede hacerse en el mismo espíritu que el diálogo interreligioso, pero está lejo de ser lo mismo.

Y desde la teología este tema, que puede llegar a provocar fuertes confrontaciones civiles, es quizás donde se puede trabajar de forma más sensible y con mejores resultados hoy en dia, cosa que los dirigentes no parecen haber comprendido ya que la mayoría de los jefes de los Estados en el mundo occidental y de sus consejeros son hijos de la modernidad secularista y discípulos de los maestros de la sospecha que intentó deslegitimar el discurso religioso. Para muchos de ellos la religión es como un fósil del pasado mágico de la humanidad o argumento de quienes no han llegado a la madurez de la razón o de quienes ya la perdieron por la edad. En consecuencia, la religión no tiene por qué entrar en consideración en la estrategia de la política externa mundial. Esa omisión se ha mostrado doblemente dañina, pues llevó a cometer errores palpables en países como el Líbano, Irán, Palestina y ahora Afganistán, y no se aprecia positivamente la contribución que la religión puede proporcionar en los compromisos con las trasformaciones de los pueblos como se ha mostrado en Nicaragua y en otros países del Tercer Mundo. Actualmente analistas y asesores del Pentágono presentan una nueva comprensión del papel de la religión en la vida de los pueblos, proponiendo un nuevo pensamiento estratégico mundial para sustituir a la «Guerra Fría» por la expresión «Guerra de las Civilizaciones», e identificar así el nuevo estilo de la guerra en el contexto de la globalización. «En el mundo moderno la religión es una fuerza central, tal vez `la fuerza central' que motiva y moviliza a las personas... Lo que en última instancia cuenta para las personas no es la ideología política ni el interés económico; más bien, aquello con lo que las personas se identifican son con sus convicciones religiosa, la familia y los credos. Por estas razones es que las personas están dispuestas a luchar y hasta dar su vida».

El diálogo interreligioso no es un capricho, ni un asunto de hombres para mejorar su imagen. El diálogo interreligioso es liberador, en cuanto nos obliga a abandonar todo sectarismo, a considerar a los creyentes de otras religiones como seres humanos y no como una abstracción: ‘los musulmanes’, ‘los cristianos’, ‘los judíos’, como si todos los musulmanes, los cristianos o los judíos fuesen iguales entre sí, y diferentes de los otros, o como si todos tuviesen las mismas ideas o respondiesen a un patrón predeterminado de conducta. Miserias de la cultura de la imagen, de la moderna idolatría que busca fijarlo todo mediante unas representaciones mediáticas que se reproducen y cuya irrealidad no evita que sea ampliamente difundida, sustituyendo la riqueza de matices con la cual la realidad se nos presenta.

Y en un momento en el que el fundamentalismo y la radicalización de las ideas (que desembocan en peligrosos extremismos y hasta niveles de justificación del terrorismo) es importante crear puentes y no distancias entre las diferentes religiones. La estrategia fundamentalista es siempre la misma: señalar las incompatibilidades y enfrentarnos los unos a los otros. Hoy en día, se trata de hacernos creer que el islam y el cristianismo son incompatibles, que el islam es contrario a la democracia y a los derechos humanos, que no tiene un lugar en occidente. Porque, es importante decirlo, las oposiciones que tratan de inculcarnos son falsas. El islam, el judaísmo y el cristianismo no son incompatibles, sino religiones hermanas, caminos de salvación que recorren los creyentes en la medida de sus posibilidades.

Aprender a ver y aceptar que nuestro modo de vida no es el único posible, que existen diferentes caminos hacia la misma Fuente. Aprender a respetar al otro, en su particularidad inalienable, sin situar una religión por encima de la otra, aceptando su unidad trascendente más allá de sus diferencias doctrinales y formales. Una persona que considere su religión como enfrentada o por encima de las otras no es más que un ignorante, carente de toda espiritualidad. Cada una de las grandes tradiciones sagradas de la humanidad contiene en si mismo todos los elementos que pueden liberar al hombre de sus servidumbres, constituirse en caminos de salvación y trascendencia.

Muchas gracias por su atención y espero haber podido aclarar los conceptos.

Ignacio Padró
19/12/11

Comparación entre el Enoc Gn 5 y el Libro de Enoc

Para empezar destaca la gran información que explica el Libro de Enoc, como una ampliación de los datos que aporta el génesis y que claramente se diferencia de este por un lenguaje muy apocalíptico. En el capítulo 7 (7:3-6) narra la caída de los Vigilantes, que engendraron con mujeres humanas a los nefilim o gigantes. Y a estos también se refiere el pasaje de Génesis 6:1-7, lo que sigue luego es la petición de intercesión de Henoc ante la matanza de los nefilim por parte de ángeles. A pesar de esto es curioso que los primeros cristianos lo apreciaran mucho, como lo atestiguan la Epístola de Judas (14-16), que cita un pasaje del Libro de Enoc (1 Enoc, 1, 9); la referencia en 2Pedro 2:4 y la epístola no canónica de Bernabé. Muchos Padres de la Iglesia y cristianos destacados se refieren al libro, y lo citan en sus obras. Autores como Justino Mártir (100-165), Atenágoras (170), Taciano (110-172), Ireneo (130-208), Orígenes, Clemente de Alejandría (150-220), Tertuliano (160-230), Lactancio (260-325), Metodio de Filipo, Minucio Félix y Comodiano, entre otros, consideraron el libro de inspiración divina. Un defensor de este libro fue el obispo Prisciliano, quien curiosamente fue el primer cristiano condenado a muerte y ejecutado por cristianos, por una supuesta herejía en 385. Es de suponer que este apoyo venga porque el Libro de Enoc asume la continuidad del discurso de los profetas y anticipo del mensaje cristiano, enfatizando en la venida del Hijo del Hombre. Es una expresión de la literatura apocalíptica como esperanza de los humildes.
En todo caso es muy interesante la descripción y profundización de los ángeles, personajes que poco papel habían tenido hasta el momento, es más, se llega a dar el nombre de los ángeles que cayeron... lo cual es mucho (¿de donde salen estos nombres?, ¿son parte de una tradición oral que se tenia en la población?). En este Libro de Enoc, podemos ver detrás del velo de los sucesos narrados en el libro de Génesis cap. 6, que quizá resulta ser un pasaje oscuro de la Biblia en cuanto a interpretación se refiere. De este pasaje hay diversidad de interpretaciones y opiniones. Específicamente la diversidad surge sobre como interpretar quienes son los hijos de Dios y los gigantes descritos en el pasaje de Génesis 6. Una característica que claramente en ambos textos se nota una influencia de las mitologías que rodean a la población judía. Dos mitos forman el Libro de Enoc: el primero, relacionado con Génesis 6:1–4, asigna los orígenes del mal a la rebelión de ciertos ángeles que se aparearon con mujeres y engendraron una raza de gigantes que devastaron la tierra y cuyos espíritus demoníacos siguen produciendo el pecado y la miseria. Según el segundo mito, Enoc (como se dice en Génesis 5:21–24) fue tomado al cielo, donde él aprendió los secretos del universo y del juicio próximo
Muchos dicen que los hijos de Dios de Gen 6, son los creyentes de la época, otros dicen que son ángeles caídos, así que este libro resulta referente para poder llegar a una conclusión personal acerca del asunto, aunque no se pueda afirmar enfáticamente, porque precisamente, el Libro de Enoc, aunque tiene el respaldo de 2 escritores bíblicos en ese pasaje, carece de autoridad canónica suficiente.
Los sucesos narrados en Enoc, son tan vivos que hasta se llegan a dar los nombres de los angeles que cayeron en pecado -no confundir con los que Satanas engaño, estos,se supone, son otros- y también describe muy íntimamente las dudas y temores que enfrentaron por su caída. Al leerlo me ha dado la impresión de estar frente a unos de estos libros que en la actualidad se escriben para desarrollar tramas o personajes que han sido un éxito de ventas, como queriendo profundizar en el tema.
Repito que, como tema destacado, ha sido el de la intensidad de la narración (comparándola con el génesis) y la trepidante narración que satisface la curiosidad sobre un párrafo bíblico que te deja con muchas dudas e incógnitas y que como hemos visto no es lo que se dice claro. Un detalle que me llamó la atención fue con el Libro de los Vigilantes que se caracteriza por unir y complementar las historias de los Vigilantes con la historia del Diluvio universal presentes en el génesis; y hace una descripción detallada del infierno, el purgatorio y el paraíso, cosa que me pareció curiosa por ser un tema que ya se veía "superado".

Nacho Padró

El misterioso Gn 6

Las tradiciones que dicen relación con los ángeles caídos, de cómo tienen relaciones sexuales con las mujeres, y de la generación de los gigantes no sólo se conocen a través de la literatura enóquica, otros apócrifos, o de ciertos textos del Qumrán. La literatura rabínica también da cuenta de estas antiguas tradiciones. En un midrás de Gn 6,1-4 leemos: “Y sucedió que los hijos de los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la superficie de la tierra y les nacieron hijas hermosas. Y vieron los hijos de los “grandes” que las hijas de los hombres eran hermosas, con los párpados pintados, y con colorete, andando con las carnes desnudas, y concibieron pensamientos lujuriosos y se tomaron mujeres de todas las que les gustaron….Samhazai y Azael habían caído del cielo y estaban en la tierra en esos días, y también después de que los hijos de los grandes entraron a las hijas de los hombres y éstas les dieron hijos; ellos son llamados gigantes, de antiguo hombres famosos… (Tárgum del Pseudo Jonatán, 43-45).
En “Los Pirké de Rabí Eliézer”, por su parte, leemos: “
Los ángeles que cayeron desde su lugar santo en los cielos vieron a las hijas de Caín caminar mostrando sus vergüenzas y con los ojos pintados cual rameras, tras ellas se perdieron y de entre ellas tomaron esposas, como está escrito, “vieron los hijos de Dios….” (Gn 6,2). R. Sadoq decía: “De aquellos nacieron los gigantes, de soberbia estatura que andaban metiendo sus manos en todas las rapiñas, violencias y derramamientos de sangre, como está escrito: “Hemos visto a los gigantes … (Num 13,33)” (Cap. XXII).
En estos dos ejemplos se acentúa el aspecto sexual del pecado de los ángeles, cosa que si bien está presente en la tradición enóquica, no es tan central. Todo lo concerniente a la enseñanza de parte de los ángeles de un conocimiento prohibido (como magia, astrología y conjuros) está ausente en estas tradiciones rabínicas.
Claro esta que el autor usa una tradición popular de carácter mitológico de origen desconocido (¿a partir de los Gigantes o Titanes semíticos?), pero se puede destacar varias ideas mirando el contexto: hay una intención del acorte de años vividos en los listas de genealogía y posiblemente ante el anuncio divino de un máximo de 120 años (Gn 6,3) como castigo, es como si la unión de las hijas de los hombres con los "hijos de Dios" hubiera sido un mecanismo para conseguir la inmortalidad perdida. La consecución del castigo y de la de-generación de la raza humana, que lucha por recuperar lo que ha perdido.Querían asaltar el mundo de Yahveh a base de casar las hijas con los seres del mundo divino: los descendientes ya serían “dioses”. Estamos delante de una “perícopa” aislada, sin conexión con el texto precedente ni el siguiente pero que está inserida aquí por dos motivos: porque forma parte de los mitos de los orígenes y porque está en la cadena de la corrupción creciente, corrupción que llevará al diluvio. Originalmente, el versículo 4 debería estar unido al versículo 2 ya que mantiene una coherencia que en el estado actual del texto viene rota por el versículo 3. Este versículo 3 es la gran aportación del yahwista.

Nacho Padró

Los Gigantes en las diferentes tradiciones.

Los Gigantes aparecen en el Lebhar Gabhale (libro de las invasiones) irlandés o el Ramayana hindú aunque principalmente se encuentran en la mitología griega.
En el Cath Maige Tuireadh (la Batalla de Mag Tuireadh), así como fragmentos de la gran construcción pseudohistórica Leabhar Ghabhála Érenn (Libro de la Invasión de Irlanda) en el que se explican las guerras entre los los Tuatha Dé Danann, literalmente las Tribus de la Diosa Dana que constituyen lo que se denomina los grandes dioses del panteón irlandés y los Fomoré, pueblo misterioso que aparece constantemente en la tradición irlandesa constituido por gigantes que viven en las islas que rodean Irlanda y que continuamente amenazan con invadirla sin llegar a concretarlo.
Según Homero, los Gigantes eran una raza de hombres de grandes dimensiones y salvajes, gobernados por Eurimedonte, que moraba en el lejano oeste, en la isla de Trinacia. Pero fueron exterminados por el propio Eurimedonte debido a su insolencia hacia los dioses.1 Homero consideraba pues a los Gigantes, como a los feacios, cíclopes y lestrigones, una de las razas autóctonas que (con la excepción de los feacios) fueron destruidas por los dioses debido a su autoritaria insolencia, pero ni él ni Hesíodo sabían nada sobre la lucha de los dioses con los Gigantes. Sn embargo, Hesíodo los considera seres divinos, que surgieron de la sangre que Urano derramó sobre la Tierra, siendo pues Gea su madre. Para ser más precisos, nacieron con sus hermanos y hermanas, las Erinias y las Melíades, cuando Crono castró a Urano, su padre, y la sangre de éste cayó sobre Gea. Poetas y mitógrafos posteriores los confunden frecuentemente con los Titanes. Se decía que Gea, indignada por el destino de sus hijos anteriores, los Titanes, engendró sola a los Gigantes, seres monstruosos e inconquistables con temibles rostros y colas de dragón, e Higino los considera hijos de Gea y Tártaro
En la mitología nórdica, los gigantes eran una raza mitológica con fuerza sobrehumana, descritos como la oposición a los dioses, a pesar que frecuentemente se mezclaban o incluso se casaban con ellos, ambos Æsir y Vanir. Su fortaleza es conocida como Utgard, y está situada en el Jötunheim, uno de los nueve mundos en la cosmología nórdica, separado de Midgard, el mundo de los hombres, por altas montañas y densos bosques. En tiempos tardíos, los gigantes era comúnmente conocidos como trolls en Escandinavia. Los gigantes o jotuns (jötnar, iotnar, þurs, eotenas, etc.) son seres peligrosos para los hombres. Estos se pueden comparar con los titanes y gigantes de la mitología griega y generalmente se traducen como "gigantes", aunque "trolles" y "demonios" se han sugerido como alternativas útiles. Son seres monstruosos y enormes, pero también sabios (como Mímir) y ricos, de los que se benefician los dioses en ciertas circunstancias. Están en el origen del cosmos (que se forma del cuerpo de Ymir). Algunas gigantes poseen una gran belleza (por ejemplo Gerðr).
En la mitologia hindú tenemos a Putana, quien era una giganta enviada por el rey Kamsa para darle de mamar con su pecho envenenado a Krshna, pero fue asesinada por el mismo. Las gigantas son bastante comunes en la mitología hindú. Hay una detallada descripción de la demonia Pûtanâ en el décimo canto del Bhâgavatam

Nacho Padró 

¿Que podemos saber del personaje del Enoc de Gn 5?

Bueno, se da el caso que en las listas genealógicas algunos autores ven posibles relaciones y motivaciones con los ciclos astrales, Enoc, por ejemplo, con 365 años podría representar el ciclo solar terrestre y además una cantidad de años inferior al de otros representantes o familiares. Hay que tener en cuenta que Enoc es posiblemente el personaje más importante pues seguia los caminos de Dios y desapareció porque Dios se lo llevó (Gn 5,24) destacando así su importancia al no morir sino que fue llevado al cielo, como Elías. ¿Una manera de dar importancia a un personaje en el que se encontraba como un referente de la época?. Hay que destacar que mucho tiempo después en Judas, como ya he comentado, lo trata como profeta: "De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de los pecadores impíos han hablado contra él. Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho" (Judas 14-16).

Nacho Padró 

3. En la lista genealógica, Enoc aparece en la séptima posición. ¿Podría significar algo?

Nosotros sabemos que el número 7 en las Escrituras normalmente simboliza la perfección de Dios. Pero aquí, significa también que con él culmina un desarrollo, una forma de ser de una civilización que ya está degenerada, que ya ha sido contaminada por el pecado y que ha sido llevada al extremo de su maldad. Es lamentable. Siete generaciones bastaron para que Caín tuviera un sucesor setenta veces más perverso,: Lamec, que como estudiamos en el tema anterior llegaría a vengar 70 veces 7., nos encontramos a un hombre que, por la más mínima herida que recibe, es capaz de matar; por la más leve ofensa que se le inflige, él reacciona con violencia. El séptimo desde Adán por la línea de Caín es un hombre bígamo, y además es un hombre homicida, un hombre vengativo. Pero no sólo lo es, sino que también se enorgullece de serlo, a tal extremo que llama a sus dos mujeres para que escuchen sus dichos vengativos Podríamos aplicar lo mismo estudio comparativo con la descendencia de Set que culmina con el séptimo hijo que es Enoc que llega al culmen que se expresa con la idea de que anduvo con Dios y este se lo llevó consigo privilegio que sólo ha tenido él junto a Elías. El aparecer en la séptima posición sería una manera de destacar a Enoc, personaje llamativo que, entre otros lugares, se reseña en la neotestamentaria carta de Judas 1:14-15 que cita literalmente un pasaje de Enoc, el séptimo patriarca desde Adán. Por la línea de Set, cuando llegamos al descendiente número siete, nos encontramos con Enoc. Y la historia de toda esta raza, de toda esta descendencia de Adán por la línea de Set, tiene características muy distintas de la descendencia de Caín. La culminación de esta raza de hombres fieles, de hombres creyentes, es Enoc, el séptimo 
 
             Nacho Padró

¿Cual es el sentido de Gn 5?

Este capítulo es la continuación de 2,4a y también se atribuye según la teoría de las tradiciones al sacerdotal (P), de manera global. La tradición sacerdotal no “conoce” la caída de Adán y Eva ni tampoco el fratricidio de Caín.
La genealogía está concebida como una especie de historia de la humanidad que va desde Adán a Noé, organizada según el esquema de una lista de 10 nombres, de la que tenemos testimonio sumerio, aunque con notables diferencias y es tema de discusión. El autor ha tratado a la historia como una serie de diez "generaciones" ("toledot"), a saber, (1) de los cielos y la tierra,;. (2) de Adán,; (3) de Noé,. (4) de los hijos de Noé, (5) de Sem, (6) de Taré, 11; (7) de Ismael, (8) de Isaac, (9) de Esaú,. (10) de Jacob,.
La genealogías de Génesis 5 y 11 no son las únicas de las sociedades antiguas: Los egipcios tenían listas de reyes, también los hititas, los hititas tenían listas de las ofrendas reales, históricos y cronológicos aportes que están fuera de duda y nos ayudan a la interpretación y cronología de la historia antigua.
Estas cronologías deben ser solo estimadas para los propósitos que fueron registradas, pero ellas con seguridad no pueden ser presionadas al uso de otros propósitos para el que no fueron escritos, y para las que no están adaptadas. En particular es claro que los propósitos genealógicos para el que las genealogías fueron dadas no requieren un registro completo de todas las generaciones de los descendientes, solo una adecuada indicación de la línea a través de la cual el descendiente en cuestión procede. Acorde a esto se encuentra que las genealogías de las Escrituras son libremente comprimidas para toda suerte de propósitos. Y que raramente puede ser afirmado con confianza que ellas contienen un completo registro de la serie total de generaciones, más bien es frecuentemente obvio que un gran número es omitido. No hay razón inherente en la naturaleza de las genealogías escriturales para que una genealogía de diez cadenas registradas como aquellas de Génesis 5 y 11, no puedan representar una real descendencia de cientos, miles o diez millares de descendientes. El punto establecido por la tabla es que no están todos los descendientes que intervinieron desde el origen hasta el cierre de los nombres, pero no es más que una la línea de descendencia a través de la cual uno traza de un extremo a otro los descendientes” (Dr B B Warfield pp. 240 – 241)
Además hay un detalle numérico: en el relato de la descendencia de Caín no fueron empleados números, mientras que la línea de Set tiene un definido patrón numérico. Los cálculos en el capítulo 5 proveyeron: (1) la edad del individuo al nacimiento del hijo nombrado; (2) los años vividos después del nacimiento del hijo; y (3) la edad del hombre a su muerte como ya hemos indicado en la pregunta anterior. Esencialmente la vida de la persona cae en dos partes. Antes y después del nacimiento del niño. Esta división tiene significado vital.
Los años de existencia de los hombres en el capítulo 5 son inusualmente largos, pero cada esfuerzo de explicar este hecho de una u otra manera, o de tomarlos llanamente de manera literal, han resultado ser intrascendentes. Las condiciones fueron indudablemente diferentes antes del diluvio. Y además nos encontramos con cifras diferentes en el Pentateuco samaritano y en los Setenta. Parece ser que los israelitas pensaban que la vida humana habia ido disminuyendo a medida que avanzaban las edades del mundo: se dará entre los 200 y los 600 después del siluvio e inferior a los 200 para los patriarcas... como un intento de reflejar el alejamiento del Paraíso (en el que la muerte no parecía existir y que se introduce junto con el mal en el momento del pecado original) y el dominio del mal en el mundo, que generación tras generación se va extendiendo y haciendo que cada generación sea como peor que la anterior.... ya que una larga vida era considerada como una bendición divina y que posteriormente se plamará como privilegio en la era mesiánica (Is 65 20)
Claro que adivinar la intención del autor siempre es delicado al no poseer un texto que lo explique o bien una nota que nos indique esas intenciones. Sólo recordar que estas genealogías tuvieron una gran importancia durante el exilio en Babilonia, cuando los judíos estuvieron en peligro de perder su identidad y de convertirse en un grupo más integrado en el vasto imperio Babilónico. El autor sacerdotal parece que reclama para la familia el hecho de ser el origen de todo lo que es el individuo, que recibe la vida, el nombre y la posibilidad de ser alguien (en el mundo semítico actual se suele ser hijo de alguien hasta que por méritos propios se te identifica de forma unitaria, o como hacían los judíos con el ben). El padre es el punto de vista de referencia obligada y el olvido o la negación de la familia era (y es) un suicidio social..
El principal contraste entre los linajes de Caín y Set es acerca del énfasis de cada uno de los personajes. La línea de Caín está acreditada con lo que podríamos llamar “el progreso del mundo” y sus logros. Caín construyó la primera ciudad (4:17). De sus descendientes vino el logro tecnológico y las contribuciones culturales: trabajadores del metal, rancheros y músicos salieron de este linaje.
Por último miremos ahora las dos lineas genealógicas , ¿qué es lo que se enfatiza de la línea de Set? No hay mención de grandes contribuciones o logros. Dos cosas marcaron a los hombres del capítulo 5 – ellos fueron hombres de fe (ej. Enoc 5:18, 21–24; Lamec 5:28–31). Eso trae a nosotros una segunda contribución de los hombres del capítulo 5, mientras no está mencionado en el capítulo 4, ellos produjeron una piadosa descendencia a través de quienes el programa y los propósitos de Dios continuarían. No se nos dice que todos los hijos de estos hombres eran piadosos. Pero si sabemos que a través de esta descendencia la piedad continuó hasta Noé, mientras que el resto de la humanidad sería destruida en el diluvio... siendo nosotros los descendientes de una estirpe piadosa, se nos ofrece un punto de esperanza enfocado hacia nosotros mismos (llevamos la piedad dentro, lo que modernamente se diria "inscrito en nuestros genes").

Nacho Padró

Los Fragmentos Narrativos de Gn 5.

Gn. 5, es la sucesiva presentación de la descendencia elegida, a partir del eje insinuado en Adán-Set. Es una genealogía sacerdotal que tiene relación con el número anterior., es decir que pertenece a una secuencia genealógica. El modelo genealógico es:
Vivió X... años / y engendró a Y
Vivió X después de engendrar a Y ... años/ y engendró hijos e hijas.
Fueron todos los días de X ... años / y murió.
El personaje en cuestión (X) es mencionado tres veces. Es evidente que lo que "divide" su historia en un antes y un después es la generación del primer hijo, que será el protagonista del cuadro siguiente, y así sucesivamente. Se puede percibir, por tanto, la forma estereotipada de esta genealogía. La ruptura de ésta frecuencia nos será indicio de la intención explícita de decir algo significativo. Esta ruptura la encontramos en la introducción (vv 1.2) y en la conclusión (v 32 que sólo tiene el primer elemento a propósito de Noé) además de alguna introducción de noticias importante, como en los versículos 22 (Enoc que anduvo con Dios), v.24 (Enoc que anduvo con Dios y desapareció porque Dios se lo llevó) y v.29 (la explicación en el nombre de Noé).
Las edades resultan increíbles, pero no són nada con las genealogías que se encuentran en las listas de Babilonia, que presenta unos héroes que vivieron más de 27.000 años. 

Nacho Padró 

jueves, 8 de diciembre de 2011

La Apocalíptica del Libro de Joel

El Libro de Joel. Orígenes.
La tradición atribuye el libro al profeta hebreo Joel, acerca del cual los especialistas bíblicos no conocen más que el nombre. Sin embargo, a partir de las referencias del texto, la mayoría de los estudiosos han llegado a la conclusión de que el libro data del periodo próximo y posterior al exilio (después del 538 a.C.). Sobre Joel, el hijo de Petuel, nada se sabe en definitiva. Era un hombre común hebreo en la época del Antiguo Testamento. Las numerosas referencias que hace Joel con respecto a Jerusalén (1:14; 2:1, 15, 32; 3:1, 6, 16, 17, 20, 21) parecen indicar que residía en dicha ciudad

La revelación Apocalíptica de Joel
La profecía de Joel tiene como perspectiva esencial el tiempo del fin. Joel parte de una catástrofe muy común en Oriente, una invasión de langostas seguida de una terrible sequía, para describir la época terrible del juicio de la ira de Dios sobre su pueblo y las naciones, el Día de tinieblas y de oscuridad, grande y muy terrible, el día grande y espantoso de Jehová (cfr. Joel 1:15 ; 2:1, 2, 11, 31). El profeta revela este día, que no será un día solar, sino un período de varios años, período que debe  corresponderse con el reinado del Adversario (Anticristo) según Dn 9:24 27 y que Jesús describió en Mt 24:29 30, Pedro en 2 Ped 3:10 13, y Juan en Ap 7: ss. Centrándonos en la forma y método apocalípticos del libro de Joel , podemos ver que su profecía está arreglada en dos divisiones principales. La primera parte consiste en una doble revelación de juicio, estando cada revelación acompañada por palabras de consejo y promesa divinos (cap. 1:1 a 2:27); la segunda parte cubre, nuevamente, una porción del mismo campo pero marca mucho más claramente las bendiciones y triunfos que acompañarán al día de Jehová (cap. 2:28 a 3:21). A estas dos partes puede llamárseles, con toda propiedad: (1) Juicios inminentes de Jehová; (2) Advenimiento, trunfo y gloria de Jehová. Ambas que se pueden incluir dentro del lenguaje apocalíptico pues uno de los medios más frecuentes para comunicar dicha revelación es la visión. La descripción de dichas visiones se halla marcada por un rico simbolismo, cuyo significado no siempre se nos explica, pero que no resulta difícil comprender conociendo un poco la historia de la época y los recursos literarios para describirla. ¿Por qué se puede considerar una obra perteneciente a la literatura apocalíptica? Tras la lectura creo que es debido a que pertenece a la esencia de una visión apocalíptica de la historia con la convicción profunda de que solamente la acción de Dios, una acción directa e inmediata, puede transformar el mundo en un orden nuevo (el Día de Jehová). Pertenece a la esencia de la apocalíptica por la división de la historia en dos tiempos: el presente y el futuro. Estos dos tiempos se hallan separados por una gran catástrofe en la que se manifestará el juicio condenatorio del mundo. Después, el mundo será creado de nuevo y así comenzará el mundo futuro, el eón nuevo, "el mundo que va a venir". En este mundo nuevo Dios mismo tome en sus manos el señorío. El mensaje de este profeta está enteramente enfocado en una misma dirección: «Viene el día de Jehová,... día de tinieblas y de oscuridad,... grande y espantoso» (2.1, 2, 31). Pero sobre el telón de fondo del juicio de Dios, Joel describe lo dramático del momento presente con toda una serie de tremendas desgracias. Pese a la inmediatez de los acontecimientos narrados, el profeta no pierde de vista el objeto último y principal de su anuncio: las presentes penalidades son el preludio del momento en que Dios, Señor y Juez universal, habrá de juzgar a todos los pueblos y naciones de la tierra (1.15; 2.1–2; 3.14). Ese instante último y terrible será el día ante el cual «se pondrán pálidos todos los semblantes» (2.6). Aunque también será un día de gracia y de salvación, porque «todo aquel que invoque el nombre de Jehová será salvo» (2.32). Partes: 
 
1. Lamentación por la Ruina del País (Joel 1:12). A la manera de Moisés en Ex. 10:1‑6, se requiere a Joel para anunciar una cuádruple plaga de langostas. Lo que una plaga  deja tras sí, la que le sigue la devora (v. 4) hasta que toda vegetación se destruye y el país entero está de duelo. Las langostas avanzan por el país sin que nadie les oponga resistencia, lo mismo que el ejército que destruyó Nínive (Nah 2,47; 3,23.1517). De igual modo, el Día de Yahvé llegará como una fuerza irresistible.  Este cuádruple azote, como principio de dolores en el inminente día de Jehová, debe comparársele con los cuatro jinetes en ca­ballos de diversos pelos y los cuatro cuernos de Zac. 1:8, 18, las cuatro carrozas de guerra, Zac. 6:1‑8, las guerras, hambres, pestilencias y terremotos de Mat. 24:7; Luc. 21:10‑11 y los cuatro caballas de Apoc. 6:1‑8. Es, pues, una costumbre de los apocalípticos el representar los juicios primitivos de cuatro en cuatro. Esta unidad concluye (vv. 1011) recurriendo de nuevo al elocuente lenguaje del Sinaí (Ex 19,1819). La alusión a la Voz de Dios constituye el centro de la teofanía. Es la manifestación de Dios que llega a juzgar. Esta voz que guía al ejército revela que la plaga de la langosta es un signo de que se está cumpliendo el juicio de Dios. Constituye el fin de la antigua época de injusticias y el comienzo de un nuevo mundo basado en la misericordia de Dios.
2. Invitación a la Penitencia y a la Oración: Joel 1:13‑20. A la manera de Josafat, cuando las fuerzas combinadas de Moab, Ammon y Seir estaban marchando contra él (2 Crón. 20:1‑13), el profeta llama a los sacerdotes a lamentarse y a proclamar ayuno y a reunir al pueblo en solemne asamblea para que se lamenten por el día terrible que está viniendo de Shaddai, como una destrucción. Bajo esta división se mencionan sutilmente otros aspectos de la calamidad, tales como la aflicción de las bestias, los bueyes y ovejas y las destruc­ciones del fuego.
3. El Díaa de Yahvé (Joel 2:1-11; cfr. Zac 14:2 ; Ap 16:14 ) En esta sección, el profeta proclama el día de Jehová en aspectos aún más terribles. Bajo la mezcla de imágenes de tinieblas, fuego devorador, langostas innumerables, ejércitos que se precipitan (todo lo que está representado por una plaga de langostas), el cielo y la tierra son sacudidos y el sol, la luna y las estrellas retiran su luz. Los elementos de forma de este terrible cuadro apocalíptico merecen especial atención por el detallismo. Símbolos teofánicos: oscuridad, sombras y, en especial, la nube, símbolo de la presencia del Dios que llega como en el Éxodo. Para el profeta, el Día de Yahvé carece de parangón en la historia: es el día en que Dios comunica su presencia (v. 2). Los símbolos tomados de la Guerra Santa serán la trompeta, la alarma o la oscuridad. El final de la era finalmente está llegando. La frase “Tocad trompeta en Sion”, indica que existe un remanente de judíos fieles al Antiguo Pacto en la Tierra Prometida a los que se puede relacionar la trompeta con Jericó. El sonido de la trompeta en Israel puede indicar ya sea grandes noticias o noticias terribles. En este caso, la frase “El día de Jehová está cercano” significa que estas son las peores noticias imaginables. Las referencias adicionales a langostas, en este capítulo, son ahora simbólicas del juicio que viene sobre todo el mundo para probar a todas aquellas personas que moran en la tierra En Ap 8:9 leemos sobre los juicios de las trompetas y encontramos palabras tan similares que estas pudieron haber sido tomadas de Joel 2. Toda la hierba verde es quemada (Ap 8:7). Las langostas tienen la apariencia de caballos (Ap 9:7) y hacen un ruido como muchos carros de caballos (Ap 9:9) cuando corren sobre los montes. Los hombres están angustiados y sus rostros palidecen (Ap 9:6).
4. Arrepentimiento del pueblo escogido (Joel 2:12-17) y Promesas divinas de liberación (Joel 2:18-27). La segunda descripción del día grande y terrible está seguida por otro llamado a penitencia, ayuno y oración, y también por la promesa de liberación y gloriosa recompensa. Así, la doble proclamación de juicio tiene, por cada anuncio, la correspondiente palabra de consuelo y esperanza. La segunda parte de la profecía se distingue por las palabras: "Y será que después de esto", una fórmula que, simplemente, indica un futuro indefinido, parte característica del género apocalíptico, como el objetivo de conseguir la conversión o. Los versículos finales del cap. 2 anuncian el fin de la plaga y la restauración del pueblo de Dios, como un acto salvífico de Yahvé (vv. 1827). Aun durante la ira Dios recuerda Su misericordia (Habacuc 3:2). En medio del juicio, todo lo que tenemos que hacer es admitir nuestros pecados y buscar Su perdón. Alguna variación de la frase “Tardo para la ira y grande en misericordia” aparece ocho veces en el Antiguo Testamento. Ocho es el número del nuevo comienzo, lo que significa que el Señor siempre se encuentra listo para empezar de nuevo con nosotros. Otro recurso propio del lenguaje apocalíptico: el simbolismo numérico.
5. Retorno glorioso de Cristo, proclamación de su salvación y de su reino (Joel 3:1-5; cfr. Hch15:15 17). De acuerdo con la oración de Moisés (Núm 11:29), Jehová promete un gran derramamien­to de Espíritu sobre todo el pueblo de modo que todos se harían profetas. Este signo de gracia va seguido por pro­digios en el cielo y en la tierra (signos prodigiosos, como las plagas de Egipto) en  vs. 30‑32. La descripción de los prodigios cósmicos está volcado en un lenguaje apocalíptico, en el que las convulsiones celestiales forman parte del juicio de Dios. Tema que será usado posteriormente por Pedro que explicó por inspiración que el derramamiento del Espíritu de Dios en los discípulos de Cristo era un cumplimiento de la profecía de Joel, (Hch.2:1-21). Pedro recalcó el significativo profético de las palabras de Joel: "Y todo el que invocare el nombre de Jehová será salvo"(Hch.2:21)
6. Juicio de los pueblos  (Joel 4:1-17).. El gran día de Jehová introducirá un juicio de todas las naciones (Mt. 25:31‑46). Co­mo los ejércitos combinados de Moab, Ammon y Seir, que vinieron contra Judá y Jerusalén en tiempos de Josafat, las naciones hostiles serán conducidas "al valle de Josafat" (vs. 2) y recompensadas allí como ellas recompensaron a Jehová y su pueblo (Mt. 25:41‑46 ¡Multitudes, más multitudes en el valle del juicio! Porque cercano está el día de Jehová. En los vv. 39 se utiliza la imaginería del ejército invasor, que sirve también para expresar el hecho mismo del juicio de Dios. Joel hace uso aquí de la imaginería clásica tomada de Nah 2,11 e Is 13,8.  En el valle del juicio. (v. 14). Jehová, que mora en Sión, hará de ese valle, valle de juicio para sus enemigos, como otro valle de bendiciones para su pueblo (2 Crón. 20:20‑26) .En los vv. 39 se utiliza la imaginería del ejército invasor, que sirve también para expresar el hecho mismo del juicio
7. Descripción del reino mesiánico (Joel 4:18-21; cfr. Zacarias 14:1 21) El juicio de las naciones será seguido por una paz y una gloria perpetuas, como la calma y reposo que Dios clló al reino de Josafat (2 Crón. 20: 30). Las figuras de grande abundancia, las corrientes de aguas procedentes de la casa de Jehová, Judá y Jerusalén permaneciendo para siempre y "Jehová morando en Sión", son, en sustancia, equivalentes a los capítulos finales de Ezequiel y de Juan. Donde se da otra característica del género apocalíptico: la esperanza mesiánica.

Nacho Padró