domingo, 29 de abril de 2012

Salmo 52 (1Sa 22,9-10)


David estaba embargado de tristeza cuando dijo a Abiatar (1 Sam. 22:22): «Yo he ocasionado la muerte a todas las personas de la casa de tu padre», las cuales fueron ejecutadas por Saúl tras la malvada información que le dio Doeg. En este salmo, David, Riñe a Doeg por lo que ha hecho (v. 1). Le acusa (vv. 2-4). Pronuncia sentencia contra El (v. 5). Predice el júbilo de los justos ante la ejecución de la sentencia (vv. 6,7). Se consuela con la misericordia de Dios (vv. 8, 9).
Versículos 1-5
David arguye razonablemente con su orgulloso y malvado interlocutor (v. 1). Doeg era, por su oficio, un potentado (hebreo, guibor —el mismo vocablo de Is. 9:6), pues era uno de los servidores más encumbrados de Saúl. De esto se jactaba, no sólo del poder que tenía para hacer el mal, sino del mal que hacía en virtud de tal poder, de ahí la significación de «tirano» que dicho vocablo comporta aquí. « Resulta incierto —dice el propio M. Henry— (nota del traductor) cómo cuadran aquí las palabras que siguen: «El amor misericordioso (hebreo, jesed) de Dios dura siempre (lit. todo el día). » La razón más probable es la que apunta el rabino Dr. Cohen: Dios (hebreo, El) es el verdaderamente Fuerte, en comparación con el cual el poder del mayor potentado es como nada. Sin embargo, no es de despreciar la razón que M. Henry da como la más probable: «Dios está continuamente haciendo el bien, y quienes le imitan tienen alguna razón para gloriarse de ello; pero tú estás continuamente haciendo el mal y siendo así tan poco semejante, y aun contrario, a El, te jactas, sin embargo, en hacer el mal. »
Presenta contra él un cargo muy grave en el tribunal del Cielo (vv. 2-4). Le acusa de perversidad, tanto de lengua como de corazón. De cuatro cosas le acusa: (A) Maldad. Su lengua maquina destrucción (v. 2, lit.), pues no sólo punza como una aguja, sino que corta como navaja afilada. (B) Falsedad, pues obra el mal con lengua engañosa (v. 4) y ama la mentira (v. 3) y trama engaños (v. 2b), al decir parte de verdad, pero no toda la verdad. No nos salvará de la culpa de mentir el que podamos decir: «Había algo de verdad en lo que dije», silo hacemos aparecer de muy distinta manera de como era la cosa. (C) Mala voluntad, pues los engaños que trama su lengua los maquina en realidad su malvado corazón. (D) Amor al pecado (v. 3): «Amas el mal más que el bien»; es decir, «no amas el bien, sino el mal» (éste es el sentido de la frase). Como diciendo: «Prefieres agradar a Saúl diciendo una mentira, antes que a Dios hablando la verdad. » Son del espíritu de Doeg quienes, en lugar de alegrarse por tener la oportunidad de hacer un favor al prójimo, se alegran cuando hallan la ocasión de hacer el mal a un semejante.
Le lee la sentencia y le anuncia el castigo que va a recibir de Dios por su iniquidad (v. 5): «Tú destruiste a los sacerdotes de Yahweh hasta exterminarlos; por tanto, Dios te destruirá para siempre. » Doeg es condenado aquí (A) Al destierro: «Dios te asolará y te arrancará de tu morada.» Justamente era privado de los privilegios que comportaba vivir en el país del pueblo escogido de Dios, por haberse portado tan cruel y bárbaramente con los ministros de Dios. (B) A la destrucción: «Y te desarraigará de la tierra de los vivientes.» Como un árbol arrancado de cuajo del suelo en el que se había criado, perecerá, en contraste con los justos de los que se habla a continuación.
Versículos 6-9
David se hallaba, al tiempo en que Doeg cometía su fechoría, presa de tristeza e inquietud; con todo, le vemos aquí cantando victoria en medio de la tribulación:
Por la caída de Doeg. Los justos verán la caída de Doeg y podrán hablar de los justos juicios de Dios: Verán y temerán (v. 6); es decir, reverenciarán la justicia de Dios. Se reirán de Doeg, no con la risa de los necios, sino semejante a la de Aquél que está sentado en el Cielo (2:4). El malvado aparecerá en ridículo por la necedad de su pecado (v. 7): «He aquí el hombre que no hizo de Dios su fortín » (lit.). Lo que causó la ruina de Doeg fue: (A) Que no edificó sobre roca: No hizo de Dios su fortín o refugio. Miserablemente se engañan quienes piensan que pueden apoyarse en su poder y en sus riquezas sin Dios y sin religión. (B) Que edificó sobre arena. Pensaba que sus riquezas no corrían peligro de perderse: «Sino que confió en la multitud de sus riquezas.»
Por su propia estabilidad y firmeza (vv. 8, 9). «Este potentado—viene a decir David— ha sido arrancado de cuajo, pero yo estoy como olivo verde, bien plantado y arraigado, firme y floreciente (comp. 1:3); él ha sido arrancado de su morada (v. 5), pero yo estoy en la casa de Dios (v. 8).» ¿Qué hemos de hacer para ser como olivos verdes? (A) Hemos de vivir una vida de fe y santa confianza en Dios y en su gracia (v. 8b): En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. (B) Hemos de vivir una vida de gratitud y gozo en el Señor (v. 9): «Te alabaré eternamente por lo que has hecho, pues me has cumplido tu promesa. » (C) Hemos de vivir una vida de expectación y humilde dependencia de Dios (v. 9b): «Esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos. » La actitud de aguardar pacientemente en lo futuro, cuando hemos experimentado con frecuencia la bondad de Dios en el pasado, ha de ser mantenida en la presencia de los fieles devotos (hebreo, jasidim) y percibida por ellos, aunque también debería ser percibida, para mayor testimonio, por los que no son

Nacho Padró

Salmo 34 (1Sa 21,11-16) Salmo de David


Título: «Salmo de David, cuando mudó su semblante (conducta) delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue». De este suceso que no refleja crédito alguno en la memoria de David se nos da un relato en 1º Samuel 21. Aunque la gratitud del Salmista le hizo registrar por escrito la bondad del Señor al concederle una liberación inmerecida, sin embargo, él no elabora ninguno de los incidentes de su escape en el relato, sino que insiste sólo en el gran hecho de ser escuchado en la hora de peligro.

El Salmo 34 nos relata la experiencia de un hombre piadoso que aprendió a bendecir al Señor en todo tiempo. Es fácil bendecir al Señor cuando las circunstancias son favorables, pero sólo la fe que probó su bondad y su fidelidad en los momentos difíciles puede bendecir al Señor en todo tiempo. Si nos elevamos por encima de las circunstancias, podremos alabar al Señor siempre.

El salmista presenta el tema principal del Salmo en los tres primeros versículos, y luego pasa a describir la experiencia por medio de la cual aprendió a bendecir al Señor en todo tiempo y a exaltar su Nombre. Este hombre temeroso de Dios se encontró en circunstancias que lo llenaban de temor (v. 4); su camino estaba en medio de las tinieblas (v5); sus momentos de angustia se multiplicaban. Las dificultades y las injusticias presionaban a este hombre. Además, tenía que soportar la oposición de aquellos que tenían sus corazones llenos de enemistad (v.21), cuyas lenguas hablaban maldad y que buscaban cubrir su mal con engaño .
En medio de estas circunstancias difíciles, el salmista no mostró un espíritu de orgullo y enojo contra sus oponentes. Tampoco intentó vengarse con sus propias fuerzas, sino que “buscaba a Jehová”. Él dejó todas estas cosas en las manos del Señor, y puso todas sus pruebas ante Él.
La feliz consecuencia de esta actitud la relata el mismo salmista: “(El Señor) me libró de todos mis temores”. El Señor le dio luz a su camino y lo preservó “de todas sus angustias”. Además de esto, el Señor le enseñó que, pese a la fuerte oposición de los hombres, él era protegido por poderes angélicos invisibles. Este humilde hombre fue librado por el Señor de «todos» sus temores y de «todas» sus angustias, por eso él podía bendecir al Señor en «todo» tiempo.
El salmista había experimentado la bondad del Señor, por lo cual invita a sus hermanos a “gustar y ver que es bueno Jehová”, y a comprender que el hombre que confía en el Señor y camina en Su temor, recibe bendiciones. En el mundo actual hallaremos muchas necesidades, pero el Señor nunca dejará de suplirlas. El salmista buscó al Señor y fue bendecido por Él. Por lo cual, le dirá a sus hermanos: “Los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien”. 

Nacho Padró
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Salmo 18 (2Sa 22); 2S 22:1-51


El esquema de este salmo es relativamente claro:
los vv. 1-3: alabanza de Jahvé;
vv. 4-6: la desgracia que ha caído sobre el salmista;
vv. 7-19: una gran teofanía en la que Dios viene a salvar a su siervo;
vv. 20-24: el fundamento de esta salvación: la «justicia» del salmista;
vv. 25-30: una generalización con estilo de sabiduría según la cual Dios salva a
los que confían en él;
vv. 31-45: Dios ha salvado (o salvará) el salmista de los ataques de sus
enemigos, que serán derrotados;
vv. 46-51: alabanza final de Yahvé. El v. 51 hace referencia a David, el ungido
de Yahvé: «Él otorga grandes victorias a su rey y muestra el amor que tiene a su
Ungido, a David y a su estirpe para siempre». Esta referencia ha convencido a la
mayoría de los comentaristas que se trata de un salmo real.
Las diferencias entre las secciones sugieren a algunos que se han combinado, al menos, dos salmos, y que sólo los vv. 31-50 presentan una clara referencia al rey. Otros sugieren que la teofanía podía haber sido lo primero.
Las características sapienciales de los vv. 25-30 separan también a esta sección de la teofanía y la derrota de los enemigos del rey. Una interpretación cúltica se las arregla para incluir la mayoría de las características del salmo. El rey se supone que es el principal actor en un drama ritual, en el que cuando es casi derrotado, pide auxilio a Yahvé para obtener ayuda, basándose en su fidelidad y justicia, y está seguro de una abrumadora victoria sobre sus enemigos.
Las características narradas son fácilmente acomodables a este culto del pre-exilio, ya que la teofanía es fundamental para la fe de Israel (cf. Ex 19), mientras que la extravagancia de la victoria sobre los enemigos del rey corresponde mejor a un rito que a alguna victoria histórica. Las expresiones sapienciales de los vv. 25-30 encajan menos fácilmente en esta interpretación, pero pueden ser vistas ya sea como un recordatorio para los auditores de que la lección también es para ellos, o como una transformación posterior de un salmo que se refería originalmente al rey en una acción de gracias general. Parece que no hay necesidad de considerar todo el salmo como procedente del periodo de después del exilio, ya que contiene una expresión de esperanza y de aliento, que viene de las expresiones anteriores de la fe y la adoración. Salmo 18:51 "Él da grandes victorias a su rey, muestra el amor que tiene a su Ungido, a David ya su linaje para siempre.".
Este versículo, que es el último del salmo contiene la única mención explícita de David en el poema, así equilibra el elemento narrativo del título: «Para el maestro de coro.De la recopilación de David, siervo del Señor.Cántico que dedicó al Señor cuando lo hubo salvado del poder de todos sus enemigos y de las manos de Saúl.
El Salmo 18 se encuentra en una forma sustancialmente idéntica, y con la misma introducción narrativa (sólo difiere en una palabra) que 2Sam 22, donde expresa la solemne acción de gracias del primer rey de Jerusalén por la atención con que Dios ha velado por élen los momentos difíciles.Muchos comentaristas creen que el poema se insertó en 2Sam por un editor que quiere poner el acento en el paralelismo con Moisés antes de morir: 2 Sa 22 corresponde a Ex 32, mientras que 2Sa 23, 1-7 sería paralelo con las bendiciones de Moisés (Deuteronomio 33).
Es evidente que la introducción narrativa estaba compuesta expresamente en el momento en que poema fue insertado en la gesta de David.T.Veijola mostró que la fraseología dejaba ver una mano deuteronomista.Un redactor del Salterio habría retomado el elemento narrativo de 2 Samuel 22.Y, de alguna manera, lo habría puesto en el título del salmo: «Al maestro de canto.De la recopilación de David, siervo del Señor »(cf. Sal 36, 1).
Dado que en el resto del salmo de David la ayuda recibida se presenta en una intervención excepcional de Dios, que se presenta en la tormenta para salvar a su protegido, la salvación dada a David corresponde a la que Dios da al "pueblo humillado", de manera que puede leer su propia historia a través del rey-salmista.

Nacho Padró

Salmo 142 (1Sa 22; 1Sa 24) Masquil de David.


El título de este salmo registra no sólo el género del salmo (un masquil, probablemente, alusión a una tonada especial, según 57:7), sino también el autor (David) y la ocasión (cuando estaba en la cueva). Puesto que la composición literaria tiene señales de una época posterior, para que el salmo pueda atribuirse a David basta con el patético tono del salmo, que refleja estupendamente los sentimientos de David en aquella ocasión. Mientras el salmo 57 se refiere a la cueva de En-gadi, el 142 se refiere, con la mayor probabilidad, a la cueva de Adulam (1 S. 22). El salmista: I. Expone sus quejas (vv. 1-4). II. Hace su petición (Bb. 5-7).

Versículos 1-4
1. Véase como se queja David ante Dios (vv. 1, 2). No quiere extender sus manos contra el rey Saúl, pero las extiende hacia Dios en oración: A Él clama, a Él suplíca, ante Él expone su queja, ante Él manifiesta su angustia. Nosotros estamos inclinados a guardar en el pecho, por demasiado tiempo, nuestra aflicción. agravándola con nuestra depresión y nuestros temores, mientras que, exponiéndola delante de Dios, podríamos echar toda nuestra ansiedad ante El, porque El tiene cuidado de nosotros (1 P. 5:7). Y, en medio de su queja, como quien sabe que Dios no necesita su información, aunque su corazón se alivia al exponerla, dice: «pero tu (enfático en el original) conoces mi senda».
2. A continuación expone el motivo de su queja (vv. 3b-4): Le han tendido un lazo en el camino (comp. con 140:5; 141:9). «Mira a mi diestra, etc.», añade, es decir, al lugar en que debería estar algún protector para defenderle (comp. con 109:3 l), pero no hay quien quiera reconocerle (lit.) como un amigo a quien se protege y defiende (comp. con 69:20). También el Hijo de David hubo de sufrir congojas y muerte sin que nadie le amparase (v. Mt. 26:37 y ss.; 26:56 y 27:46).
Versículos 5-7
Con renovada intensidad, el salmista vuelve a clamar a Dios en oración con frases frecuentes en otros salmos (comp. vv. 5 y 6 con 7:1; 16:5; 17:1; 18:17; 27:13; 31:15; 73:26; 79:8c; 91:2). «Saca mi alma de la cárcel», añade, no porque estuviese literalmente en una cárcel, sino porque su situación en la cueva era semejante a la de una prisión (v. Is. 42:7, donde equivale a «lugar de cautiverio»). Lo dice especialmente para que así pueda dar gracias (lit.) al nombre de Dios por su liberación. La 2a frase del v. 7 admite, como la más probable, la siguiente traducción: «Por mí (a causa del favor que me habrás dispensado) se adornarán con coronas (símbolo de regocijo, que comparten con el salmista) los justos.

Nacho Padró

Salmo 51 (2Sa 12,1-15)


Este Salmo es titulado con frecuencia y apropiadamente «La Guía del Pecador». En algunas versiones es una ayuda para el pecador arrepentido. Atanasio recomienda a algunos cristianos, a quienes está escribiendo, que lo repitan cuando se despierten por la noche. Todas las iglesias evangélicas están familiarizadas con él. Lutero dice: «No hay otro Salmo que sea cantado u orado con mayor frecuencia en la iglesia.»

La tradición judía puso este salmo en labios de David, impulsado a la penitencia por las severas palabras del profeta Natán (cf. Sal 50, 1-2; 2 S 11-12), que le reprochaba el adulterio cometido con Betsabé y el asesinato de su marido, Urías. Sin embargo, el Salmo se enriquece en los siglos sucesivos con la oración de otros muchos pecadores, que recuperan los temas del “corazón nuevo” y del “Espíritu” de Dios infundido en el hombre redimido, según la enseñanza de los profetas Jeremías y Ezequiel (cf. Sal 50, 12; Jr 31, 31-34; Ez 11, 19; 36, 24-28).

Son dos los horizontes que traza el salmo 51. Está, ante todo, la región tenebrosa del pecado (cf. vv. 3-11), en donde está situado el hombre desde el inicio de su existencia: “Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre” (v. 7). Aunque esta declaración no se puede tomar como una formulación explícita de la doctrina del pecado original tal como ha sido delineada por la teología cristiana, no cabe duda de que corresponde bien a ella, pues expresa la dimensión profunda de la debilidad moral innata del hombre. El Salmo, en esta primera parte, aparece como un análisis del pecado, realizado ante Dios. Son tres los términos hebreos utilizados para definir esta triste realidad, que proviene de la libertad humana mal empleada.
  • El primer vocablo, hattá, significa literalmente “no dar en el blanco”: el pecado es una aberración que nos lleva lejos de Dios -meta fundamental de nuestras relaciones- y, por consiguiente, también del prójimo.
  • El segundo término hebreo es ‘awôn, que remite a la imagen de “torcer”, “doblar”. Por tanto, el pecado es una desviación tortuosa del camino recto. Es la inversión, la distorsión, la deformación del bien y del mal, en el sentido que le da Isaías: “¡Ay de los que llaman al mal bien, y al bien mal; que dan oscuridad por luz y luz por oscuridad!” (Is 5, 20). Precisamente por este motivo, en la Biblia la conversión se indica como un “regreso” (en hebreo shûb) al camino recto, llevando a cabo un cambio de rumbo.
  • La tercera palabra con que el salmista habla del pecado es peshá. Expresa la rebelión del súbdito con respecto al soberano, y por tanto un claro reto dirigido a Dios y a su proyecto para la historia humana.
Sin embargo, si el hombre confiesa su pecado, la justicia salvífica de Dios está dispuesta a purificarlo radicalmente. Así se pasa a la segunda región espiritual del Salmo, es decir, la región luminosa de la gracia (cf. vv. 12-19). En efecto, a través de la confesión de las culpas se le abre al orante el horizonte de luz en el que Dios se mueve. El Señor no actúa sólo negativamente, eliminando el pecado, sino que vuelve a crear la humanidad pecadora a través de su Espíritu vivificante: infunde en el hombre un “corazón” nuevo y puro, es decir, una conciencia renovada, y le abre la posibilidad de una fe límpida y de un culto agradable a Dios.

Luego se aprecia en el Salmo un sentido igualmente vivo de la posibilidad de conversión: el pecador, sinceramente arrepentido (cf. v. 5), se presenta en toda su miseria y desnudez ante Dios, suplicándole que no lo aparte de su presencia (cf. v. 13).

Nacho Padró

Salmo 3 (2Sa 15,13-18)


Este Salmo puede ser dividido en cuatro partes de dos versículos cada una. En los primeros dos versículos tenemos a David presentando una queja a Dios contra sus enemigos; luego, declara su confianza en el Señor (3, 4), canta su seguridad en el sueño (5, 6) y se siente corroborado para el conflicto futuro (7, 8) Siendo la idea principal, el de la confianza. Rodeado de problemas y clamando al Señor en la angustia, el salmista expresa su profunda confianza en Dios. El salmo fue compuesto originalmente cuando David huyó de Absalón y luchó contra la rebelión. La terminología militar en todo el salmo puede indicar que se siguió utilizando en la guerra., tenemos la historia, 2 Sam. 15, 01-16,14. David se encontraba ahora en un gran dolor, y cuando, en su huida, subió al monte de los Olivos, lloró mucho, con la cabeza cubierta, y la marcha descalzos, sin embargo luego se compuso este salmo.

Es un salmo de confianza individual. Alguien está rodeado por sus enemigos pero, a pesar de ello, manifiesta una confianza inquebrantable en Dios. Esto se hace patente sobre todo en los versículos 4 al 7, en los que el Señor aparece como escudo protector que le permite al salmista mantener alta la cabeza; Dios responde desde su monte santo (Jerusalén y el templo), permitiendo que el justo se acueste sin temores, que duerma y despierte sin miedo, sin recelar de la multitud que lo cerca y lo oprime. El versículo 8 contiene una súplica, pero hecha desde la confianza o el convencimiento de que el Señor lucha como guerrero victorioso, golpeando en la mejilla a los injustos y rompiéndoles los dientes.

El salmo 3 tiene cuatro partes claramente definidas. En la primera (2-3), la persona le expone a Dios su situación: está rodeada de enemigos. En tres ocasiones expresa admirativamente que sus opresores son muy numerosos. Estos se levantan contra el justo y dudan que Dios vaya a salvarlo, señal de que se encuentra en una situación de peligro.

En la segunda (4-5), la persona que está atravesando esa situación manifiesta su total confianza en Dios. Aunque los opresores se levanten contra ella (corno un ejército), el Señor es presentado corno escudo que protege, la gloria, el que mantiene alta la cabeza del justo y que, desde el templo, responde a sus gritos.

En la tercera parte (6-7), el justo afirma su absoluta tranquilidad ante el enorme conflicto con que se enfrenta. Y el motivo es la confianza que tiene en el Señor. Por eso puede acostarse, dormir y despertarse rodeado por una multitud de opresores.

En la cuarta (8-9), el justo suplica con la confianza de que el Señor Dios se levantará y lo salvará, golpeando a los opresores en la mejilla y quebrándoles los dientes. El salmo termina con una ampliación: todo el pueblo de Dios recibe la salvación y la bendición de Dios, símbolo de la vida.

El hecho de ser considerado como un Salmo de la Confianza viene dado por varios textos que se pueden encontrar: Probablemente fue escrito durante el episodio mencionado en el titulo, o después, recordando lo que vivió en ese momento.
"se han multiplicado mis adversarios": David, había perdido el apoyo de mucho pueblo, que había sido engañado por Absalón ("Muchos son los que se levantan").
"dicen de mí": muestra que muchos trataron de hacerlo dudar. Pero David sabía en quien confiar, y estaba en buena relación con Dios.
Selah: Se trata de un termino musical o litúrgico, del que se desconoce el significado preciso. Probablemente haya sido introdu-cido hacia el final del periodo persa, y tiene relación con el uso litúrgico de los salmos (en los que aparece 71 -Setenta y Un- veces); por lo que designaría una doxología semejante a la de Salmo 41: 13, durante la interrupción.
"Mas tú": El versículo comienza con un importante "PERO TÚ".David estaba en buena relación con Dios, fíjense en que no dice "Mas Dios", sino un mas coloquial y cercano Mas tú.
"el que levanta mi cabeza": En vez de estar deprimido, con la cabeza gacha, confía con la cabeza levantada, porque Dios es su escudo, su protector. Pero Dios le respondió, y esto es una enseñanza practica, porque David se lo pidió (Con mi voz clamé a Jehová).
"desde su monte santo": Nos ratifica la idea que David estaba en buena relación espiritual con Dios.
"Yo me acosté y dormí": ¡Que fe la de David! En vez de planear la estrategia para defenderse, se fue a dormir. En los salmos, el salmista siempre esta seguro que Dios escucha y contesta.
"diez millares de gente": No creo que indique el numero exacto de disidentes, pero, no da una idea mas acabada del "Muchos del versículo 1 y 2.
"Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío": Un recuerdo casi exacto de Números 10:35 "Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen".
"tú heriste a todos mis enemigos": El TU, del comienzo es importante, porque David reconoce que la victoria es completamente la obra de Dios. Y no deja lugar a dudas el "todos", ya que Dios no hace las cosas a medias. En la victoria, se nota un 'In Crescendo', con las palabras consecutivas "heriste" y "quebrantaste".
"...en la mejilla; Los dientes...": Nótese que la acción es 'en plena cara', y también se nota un 'In Crescendo', ya que se puede herir una mejilla con relativa poca fuerza; pero para quebrar un diente, o mas precisamente los dientes, se necesita una fuerza mayor. No necesariamente nos da una figura literal.
"Sobre tu pueblo...": Nota una humildad, que lo aparta del primer plano, para colocarse junto al pueblo.

Nacho Padró

jueves, 19 de abril de 2012

La incidencia profética en la política de los reinos de Israel y Judà)


Es muy interesante la relación entre profetismo y monarquía, parece que una y otra van unidas. Nacen, crecen y se desarrollan juntas, incluso mueren a la vez. Los profetas son los que eligen y ungen a los reyes, pero también los que se oponen a ellos nombrando sucesores. Disponemos de textos muy elocuentes: Jeremías alaba a los buenos reyes, un rey está para servir a los hombres y hacer justicia ( Jer 21 y 22 ), pero también detesta a los malos reyes que conducen a sus pueblos a la destrucción.

Parece claro que la relación entre estas dos instituciones israelíes fue muy tensa. Funcionan como una especie de reparto de poderes que están a su vez limitados. El profeta posee el poder religioso más inmediato y más vivo, si sobrepasa su límite, deja de comunicar la voluntad de Dios, y se convierte en un falso profeta. El rey tiene el poder de gobernar, es un poder que está legitimado por Yahvé que lo ha elegido, su límite está en la voluntad de Dios que puede volverle la espalda ante sus excesos. Profeta y rey se denuncian cuando traspasan sus límites respectivos. Pero también tiene una faceta política, es un hombre de acción y está enfrentado visceralmente a la monarquía representada por la dinastía de los Omridas. De hecho, podemos incluso considerar que la caída de esta dinastía fue propiciada y promovida por la oposición constante de Elías y Eliseo. Aunque los "siguientes monarcas", cercanos a Eliseo, no se comportaron mejor.
La monarquía en Israel, que desde su creación recibiera duras críticas de Samuel (1Sm 8), profeta y último de los jueces, continuó a lo largo de los siglos siendo criticada por los profetas. Tienen lugar, con todo, divergencias en las soluciones ofrecidas. Unos creen que debe desaparecer (Amós, Oseas, Miqueas, Sofonías), otros piensan que debiera ser mantenida y reformada por dentro con nuevas autoridades (Eliseo, Proto-Isaías, Jeremías, Ezequiel, Zacarías). El apogeo de la profecía tuvo lugar en los años centrales del siglo VIII a.C.. En esa época se dieron unas circunstancias sociales que llevaron a unos hombres, inspirados por Dios, a lanzar sus gritos de protesta y de advertencia. En el Reino del Norte o Reino de Israel actuaron Amós y Oseas. En el del Sur o de Judá lo hicieron Miqueas e Isaías. El pueblo estaba siendo sometido a crecientes impuestos, el Estado expropiaba las propiedades patrimoniales, se multiplicaban los trabajos forzosos y las levas militares obligatorias, todo ello en el marco de una presión militar agobiante procedente del norte, de Asiria. Los cuatro profetas citados, sobre todo Amós, hicieron suya la causa de los marginados y desposeídos. A la vez, se distancian deliberadamente de los grupos de profetas oficiales, pues éstos estaban muy desprestigiados. Las capitales de Israel y de Judá, Samaria y Jerusalén, respectivamente, recibieron especial distinción en la crítica profética. Tanto como la monarquía, ellas, Jerusalén de modo especial, tuvieron soluciones diferenciadas, desde su destrucción total hasta su reconstrucción, a partir de una intervención divina. Entre los profetas que defienden la primera posición destaca Miqueas. Y los defensores de la segunda posición son: Abdías, Isaías, Ageo, Zacarias, Amós que dirigió duras críticas a Samaria. Tenemos varias muestras:

a) Amós: No hace declaraciones de principio sobre la monarquía, aunque condena duramente al rey Jeroboam II. Su libro termina con un texto de relativa importancia (9,11-15), pero es casi seguro que no es del profeta.
b) Oseas: Oseas no ataca sólo los fallos concretos de la monarquía, sino a ella misma por principio. La considera una institución contraria a Dios, que el Señor concedió en un momento de cólera.
c) Isaías: Isaías es de Jerusalén, educado en la tradición davídica. La promesa de Natán constituye uno de los puntos centrales de su fe. Por eso en los momentos de mayor crisis política, cuando se produce el intento de derrocar la dinastía (7,6), aplica la promesa de Natán asegurando al rey que los planes de los reyes enemigos no se cumplirán (7,7). Y años más tarde cuando el ejercito asirio amenaza con conquistar Jerusalén anuncia que Dios protegerá la ciudad (37,35). Isaías parte, pues, de una valoración positiva de la institución monárquica. Ella forma parte de los designios de Dios. Pero esto no impide que se muestre sumamente crítico de los reyes concretos: Acaz (7,10-13) y Ezequías (Is 39).
d) Jeremías: Pocos profetas vivieron una época de cambios tan profundos con respecto a la monarquía como él. Disfrutó de uno de los mejores monarcas de la historia de Judá, Josías, y sufrió a una serie de reyes marionetas, canallas ocobardes. Su vida se extiende desde momentos de esplendor, que hicieron pensar en una restauración del antiguo imperio davídico, hasta el trágico instante en que el último rey,  Sedecías, contempla impotente cómo degüellan a sus hijos en su presencia, antes de que a él mismo le arranquen los ojos, lo destierren y lo encierren de por vida (Jer 52,10-11). Jeremías critica a los reyes concretos deforma muy dura.

Al final del reinado de Salomón comenzó una rebelión social a causa de las diferencias entre el norte y el Sur, por las cargas que había sobre el pueblo encabezada por un funcionario llamado Jeroboán, esto fracasó, pero a la muerte de Salomón se organizó una asamblea en la ciudad de Siquén, donde acudió el heredero de salomón su Hijo Roboam, se le pidió aligerar las exigencias, pero él en vez de eso le impuso más. Logró reagrupar su gobierno en torno a Jerusalén y las demás tribus de Israel proclamaron rey a Jeroboán, quien puso su capital de manera provisional en Siquén. Así se consolidó el Cisma o división que pondrá en oposición a los dos reino del norte y del Sur ( 1Re 14, 1- 16,1ss.). Más tarde Omri (885- 874 a .c.) compra las colinas de Samaria y allí establece de manera definitiva la capital del reino del Norte.
Junto al cisma político se da también un cisma religioso, Jeroboam construyó santuarios en Dan y en Betel, para que la gente no tuviese que ir al templo de Jerusalén; luego se construyó en tiempo de Omri un templo en la región de Samaria en honor al dios baal, comenzando así una gran lucha entre Yahvé y Baal teniendo como protagonistas y defensores de Yahvé a los profetas Elías y Eliseo (1Re 17-18 y 2Re 2; 4-9).
En el Reino del Norte, o Reino de Israel, hay que constatar ante todo una falta de estabilidad política. Jeroboán era un usurpador que había llegado al trono sin legitimidad. Cualquiera se va a sentir en el derecho de hacer lo mismo que el hizo. Los cambios de dinastía serán continuos. En los 279 años de existencia del Reino 7 de sus 19 reyes serán asesinados y uno se suicidará. Los continuos golpes de estado serán dados por generales ambiciosos que se irán sucediendo unos a otros. Por el contrario, el reino del Sur era mucho más pequeño que el del Norte, ya que sólo comprendía las tribus de Judá y Benjamín. La frontera pasaba entre Jerusalén y Betel. Por eso la gran preocupación de los reyes de Judá fue hacer avanzar lo más posible esta frontera de manera que la capital, Jerusalén, no se encontrase expuesta en el caso de una guerra eventual (1 R 15, 16-22). La religión yahvista se conservó más pura en el sur que en el norte, aunque tampoco faltaron las contaminaciones cananeas. Pero en el sur veremos renovadas las tentativas por parte de los reyes de purificar los cultos idólatras, sobre toda en las reformas de Joás (2 Cr 23,16-,24,16), Ezequías, (2 Cr 29-31) y Josías (2 Cr 34-35).

Nacho Padró

El Salmo 78.


El salmo 78 es una meditación didáctica, inspirada en el Deuteronomio sobre la historia de Israel, las culpas de la nación y su castigo. El Salmo pone de relieve las culpas de Efraín, antepasado de los samaritanos, y la elección de Judá y de David.Este salmo constituye un resumen de la historia de Israel desde los tiempos de Moisés hasta después del exilio de las diez tribus del norte. I. Prefacio recomendando a las generaciones venideras el estudio del salmo (vv. 1-8). II. La historia misma. El objetivo general del salmo aparece en los versículos 9-11. En cuanto a los detalles particulares, vemos, 1. Las obras portentosas que Dios llevó a cabo en favor de su pueblo (vv. 12-16). 2. La ingratitud con que correspondieron a los favores de Dios, sus murmuraciones y su desconfianza, y cómo afrentaron a Dios con sus idolatrías, una vez llegados a Canaán, a pesar de la paciencia que Dios había tenido con ellos (vv. 17-20, 56-58). 3. Cómo les castigaba Dios en el desierto por sus pecados (vv. 21-55) y, ahora, cuando se llevaron el arca los filisteos (vv. 59-64). Cuan benignamente les perdonó Dios y se volvió a ellos compasivo, a pesar de las provocaciones de ellos, estableciéndolos felizmente en la tierra y dándoles, en David, un rey de su elección, aunque posteriormente permitió que el reino del norte (v. 67, José, Efraín) fuese desgajado de Judá y, después, llevado al exilio (vv. 65-72).Detalles que llaman la atención:
  1. Las cosas que va a decir son de mucho peso; por eso las va a exponer en forma de oráculo enigmático («parábola... arcanos) (v.1)
  2. Estas enseñanzas deben ser transmitidas a la posteridad (v. 4):«No las ocultaremos a sus hijos, como no nos las ocultaron nuestros padres.» Habría de esperarse —dice Cobb— que dijese: «a nuestros hijos», pero desea enfatizar el curso de la narración
  3. Dios obró grandes cosas a favor de su pueblo Israel cuando los reunió por primera vez e hizo de ellos una nación (v. 12): «A la vista de sus padres hizo portentos.» Hizo una avenida seca en medio del Mar Rojo y por allí los condujo y les dio ánimos, aunque las aguas estaban a los lados como montones (v. 13). Les proveyó de guía a través de las sendas, no pisadas antes, del desierto (v. 14), por medio de una nube, que resplandeció con fuego por la noche, con lo que la oscuridad les resultaba menos atemorizadora y menos peligrosa (v. Zac. 2:5). «Hendió las peñas en el desierto y les dio a beber raudales de agua, no destilada, gota a gota, sino en forma de grandes corrientes (vv. 15, 16). He aquí toda una exposición de poder y gloria que debería servir para convencer.
  4. Pero cuando Dios comenzó a bendecirles de esta manera, ellos empezaron a afrentarle (v. 17): «Pero aún volvieron a pecar contra Él.». En el desierto, dijeron e hicieron lo que sabían que le había de provocar (v. 18): «Pues tentaron a Dios en su corazón», deseando o, más bien, exigiendo lo que Dios sabía que no les convenía: «-pidiendo una comida para saciar su apetito desordenado» y retando a Dios a que les diese carne, con lo que desconfiaban de que tuviese poder para darles lo que ellos apetecían (vv. 19, 20). Parece que les costaba aprender!!!!
  5. Dios se resintió justamente de esta provocación y les mostró su gran desagrado (v. 21): «Por esto, lo oyó Yahweh, y se indignó.» Se resintió «por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salvación», en la que ya había comenzado a obrar para ellos (v. 22) No obstante, en su gran bondad y paciencia, Dios abrió los cielos e «hizo llover sobre ellos maná... trigo de los cielos» (vv. 23, 24). Las nubes que, de ordinario, llueven agua para que crezca el trigo en la tierra, en esta ocasión llovieron trigo; así se llama al maná por su semejanza con una semilla (Ex. 16:31). Lo curioso es que Dios les mostró su resentimiento, no precisamente negándoles lo que le pedían, sino dándoseles en tal abundancia que les salió por las narices (Nm. 11:20).
  6. Al persistir ellos en sus pecados, prosiguió Dios en sus castigos, pero éstos fueron de distinta naturaleza, pues no los llevó a efecto de pronto, sino lentamente (v. 33): «Entonces consumió sus días como un soplo, y sus años en tribulación.» Fueron condenados a pasar treinta y ocho tediosos años en el desierto, años inútiles, pues en ellos no dieron un paso de avance hacia Canaán, sino que les hizo volver y anduvieron vagando de acá para allá como en un laberinto…. Aquí realmente se perdieron por el desierto. (Vale que es un número simbólico porque sino es para hablar con el guía… y no haría falta esperar muchos años!!)
  7. Bajo estos castigos, ellos fingieron arrepentirse, pero no eran sinceros en su confesión. No obstante, Dios se apiadó de ellos (¿inocencia? ¿ganas de probarlos?... Misericordia!!!) y puso fin a los castigos con que les había amenazado y en parte había ejecutado (vv. 38, 39): Siguió Dios conduciendo a su pueblo hasta las fronteras de su tierra santa (v. 54). Hallaron en la tierra a los cananeos, pero Dios les echó de allí delante de Israel (v. 55) y les repartió la tierra por heredad entre las distintas tribus Pero los pecados de Israel después de su asentamiento en Canaán siguieron (vv. 56-58). Los hijos fueron tan rebeldes como sus padres (v. 57) y trajeron a sus nuevas mansiones sus antiguas corrupciones. Visto desde fuera y con un poco de ironía habría que ver como són!!!. No aprenden ni a las duras. A veces, parecían dedicados a Dios, pero luego se apartaban, le enojaban con sus lugares altos y le provocaban a celos con sus imágenes de talla (v. 58). La idolatría fue el pecado que más se les pegó y en el que siempre recaían, aunque a menudo pareciese que se arrepentían de él. Parece como si nadie aprendiera la lección. 
  8. Dios Estableció en Israel la monarquía, y eligió a David por rey (vv. 70, 71). No se menciona a Saúl, porque no le eligió Dios, sino el pueblo. David descendía de la noble tribu de Judá, pero era un sencillo pastorcito, no un entendido escriba, ni un sagrado sacerdote ni un experto militar. Aunque visto la historia, tampoco es para lanzar cohetes.

    Nacho Padró

La diosa Asherah

El nombre de Asherah, que tiene un cognado ugarítico, aparece primero en la Biblia en pasajes que anteceden el asentamiento en Palestina. Sin embargo, el término es más frecuente, por lo general, en la literatura histórica. De los 40 casos, 4 están en el código legal de Israel, 4 en Jueces, 4 en los libros proféticos y el resto en 1 Reyes y 2 Crónicas. El asherah era un objeto cúltico que representaba la presencia de la diosa cananea Asera. Según el libro de Michael Jordan ("María, Biografía no autorizada"): Existen tres clases de asherahs: 1)Un árbol que uno plantó como objeto de idolatría y requiere una poda especial, o un tallado especial, 2) Cualquier árbol bajo el que se ubica un ídolo y 3) .Un árbol que la gente adore, estando prohibido sentarse bajo su sombra" Y toca el tema de la "Avodah Zara", lo cual confirma que la asherah era sí o sí de madera, estando excluída por ejemplo, toda palmera seca (o robada); además, según parece, si anidaba algún pájaro, el nido debía ser derribado, y con una rama de junco.

Cuando el pueblo de Israel entró a Palestina, debían guardarse totalmente de las religiones idolátricas de sus habitantes. Es más, Dios les ordenó: «Derribaréis sus altares y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera [asherim]» (Ex_34:13). Su objeto cúltico estaba hecho de madera (Jue 6:26; 1Re 14:15) y debía quemarse (Dt 12:3). Algunos estudiosos opinan que este era un palo o poste sagrado que se levantaba cerca de los altares a Baal. Puesto que solo había una diosa con el nombre de asherah, su forma plural (asherim) probablemente se refiera a varios palos. La diosa se llama Asherah: «Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera (los asherim), que comen a la mesa de Jezabel» (1Re18:19). Está claro que los asherim eran símbolos de culto prohíbidos asociados con las prácticas religiosas Cananeas. Los cananeos creían que Asera gobernaba el mar, era la madre de todos los dioses, incluyendo a Baal, de quien a veces era enemigo mortal. Aparentemente, la mitología de Canaán colocó a Asera como consorte de Baal, quien desplazó al supremo dios El. Por lo tanto, sus objetos sagrados (palos) se encontraban junto a los altares de Baal y ella se adoraba junto con él.

El caso es que existía la diosa. Es cierto que la mitología colocó a Aserah como consorte de Baal, quien desplazó al dios El. El dios Baal y los dioses Baalim son mencionados varias veces en el AT, los israelitas son castigados o muertos por seguir a Baal en varias ocasiones. Baal es un título que significa "Señor" o "esposo", es un apelativo antiguo para dios, puede encontrarse en Egipto, y en la India como Bala. En los idiomas antiguos de Irlanda y Sri Lanka, Baal significa Sol. En Oseas 2, 16 pone: Y sucederá en aquel dia, dice YHWH, que ella me llamará "marido mio" y no me denominará más "baalí". Según Walker Baal era "El Señor" entre los antiguos semitas y consorte de la diosa Astarté (Asherá).

Yahvé compartió los templos de otros dioses durante largo tiempo hasta que su clero consiguió aislar su culto y suprimir los demás. Otro autor, Blavastsky dice que el Baal de los israelitas, Shemesh de los moabitas y Moloch de los ammonitas es el mismo dios que JHWH. Igual que Ashera, Astarté, Astoreth, Isthar... la misma diosa, la Reina del Cielo, la luna. El caso es que los israelitas adoraban a muchos dioses y al menos a esta diosa y que costó bastante trabajo que se hicieran monoteistas, cada dos por tres andaban volviendo a sus ídolos de siempre, supongo que los orígenes culturales tiran bastante

Como suele pasar, son el contexto y la sintaxis, los que gobiernan el sentido, pero esta aparente ambigüedad de los textos Bíblicos es debida a las ambivalencias de los autores y editores de aquellos tiempos, así como a aquellas de los escribas Masoreticos medievales que añadieron los puntos para las vocales. Originalmente los escritores Bíblicos se sentían embarazados por la noción de una “Diosa Hebrea”, pero no podían condenarla a ella ni su culto sin reconocer “tácitamente” o “encubiertamente” su existencia. Así, cuanto menos se hable de ella mejor. En los tiempos en que el proceso literario hubo producido los textos cánonicos finales, la vieja Diosa Madre había sido puesta fuera del culto. Así, los redactores finales de la Biblia no sabían quién había sido Asherah o si había existido del todo. Pero el texto consonántico –ahora Escritura- no podía ser alterado. El texto de que se dispone implica que se está confrontando en asherah sólo un símbolo. 

Todo esto puede parecer especulación. Pero la forma como las antiguas versiones de la Biblia traducían del Hebreo asherim es reveladora. La traducción Girega de los Setenta (que data del siglo segundo A.C.), así como la Vulgata Latina, estaban obviamente más cerca del texto original sin vocales Hebreo que los Masoretas medievales o nosotros mismos. Ambos entendiero asherim como arboleda, bosquecillo, o sea, conectado con los árboles. La traducción de los Setenta traduce asherah con el Griego alsos bosque sagrado; precinto sagrado. La versión de la Biblia King James, traduce asherim como árboles, arboleda manteniendo en mente la asociación de los altos y las asherahs con “cada colina y árbol verde.” También la Mishnah (siglos V-VI D.C.) comprendió asherim como conectada a la palabra árbol

Así pues, parece claro que originalmente en el antiguo Israel había una Diosa llamada “Asherah”, asociada con los árboles y santuarios en los altos, que podía ser simbolizada a veces por un palo de madera o la imagen de un árbol. Esta tradición referente a la diosa vino a ser anatema con el tiempo, pero, quedó perpetuada sólo mediante referencias veladas en la Biblia. 

 Nacho Padró

sábado, 14 de abril de 2012

El Señor es mi pastor....

El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.
23:2 Él me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
23:3 y repara mis fuerzas;
me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
23:4 Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
23:5 Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.
23:6 Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.

Salmo 23

lunes, 9 de abril de 2012

El Tercer Capítulo del Bhagavad Gita: el Yoga de la Acción.


Finalmente en el tercer capítulo Krishna le explica entonces el karma-yoga, el trabajo desinteresado, y aclara la idea equivocada de Arjuna, de que toda acción es egoísta y conduce al cautiverio. Krishna explica que Arjuna debe pelear, pero con conocimiento y desapego, sin caer víctima de sus propias atracciones y aversiones, ante la duda de si no seria más conveniente abstenerse de acciones, sobretodo si se trata de acciones terribles como dar muerte a sus propios parientes.
Conceptos principales:

  1. En el verso 39 del capitulo II, se explican dos clases de procedimientos, a saber, el sankhya-yoga y el karma-yoga, o buddhi-yoga. En este verso, se explica lo mismo más claramente. Sankhya-yoga, o el estudio analítico de la naturaleza del espíritu y la materia, es para personas que están inclinadas a especular y entender las cosas mediante el conocimiento experimental y la filosofía. La otra clase de hombres trabajan con conciencia de Krishna, tal como se explica en el verso 61 del capítulo II. En el verso 39 también se especifica que, por el hecho de trabajar según los principios del buddhi-yoga, o el cultivo de conciencia de Krishna, uno puede liberarse de las ataduras de la acción. El mismo principio se explica más claramente en el verso 61: que este buddhi-yoga consiste en depender por entero del Supremo (o, más específicamente, de Krishna), y, de ese modo, todos los sentidos pueden ser puestos bajo control muy fácilmente. Por lo tanto, ambos yogas son interdependientes, como la religión y la filosofía. (v. 3)
  1. Si no hay purificación, no se puede lograr el éxito con la adopción precipitada de la cuarta orden de la vida (sannyasa). (v. 4)
  1. La acción no sólo es superior a la inacción sino que en algunos casos es necesaria para subsistir y obligatoria en otros (las impuestas por el deber o Dharma). Pero la acción, para no ser perjudicial, debe ir acompañada del yoga del desapego, la indiferencia frente a los resultados.... (v. 8 y ss).
  1. Los hombres aseguran la existencia de los dioses (los alimentan) mediante los sacrificios y los dioses, a su vez, aseguran la existencia de los hombres concediéndoles los bienes de la vida. Siendo las acciones rituales las que están establecidas en los Vedas. Los rituales védicos, tales como los sacrificios prescritos, se realizan para la purificación de las actividades impías que se hacen en el campo de la complacencia de los sentidos (v. 11 y 15).
  1. Confundidos por las modalidades de la naturaleza material, los ignorantes se dedican enteramente a las actividades materiales y se apegan. Pero los sabios no deben perturbarlos, aunque esos deberes son inferiores por la falta de conocimiento de que adolecen los ejecutores. POr ello el conocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas ya es en si una actividad que contribuye a la salvación (v 29)
  1. El mandato de Krishna, constituye la esencia de toda la sabiduría védica, y, por lo tanto, es verdadero eternamente y sin excepción. Así como los Vedas son eternos, así mismo esta verdad de conciencia de Krishna es también eterna. La consagración al Señor de las acciones que se llevan a cabo porque tal es el Deber de uno aunque con plena indiferencia ante los efectos que ellas producen, por lo tanto, uno debe desempeñar sus deberes prescritos con plena conciencia de Krishna, antes que aquellos que se prescriben para otros (v. 30 a 35).
  1. Es el deseo el origen de todo mal, en especial el del encadenamiento a ciclo de las reencarnaciones y por ello se ha de luchar para aniquilarlo. Los sentidos, la mente y la inteligencia son los lugares de asiento de ese deseo, a través de los cuales ella cubre el verdadero conocimiento de la entidad viviente y la confunde. A traveés de los sentidos llega la información del mundo exterior que provocan el deseo, así el sometimiento de los sentidos es un pilar del yoga (v 37 y ss).

    Nacho Padró


El Segundo Capítulo del Bhagavad Gita : Samkhya


Una vez visto el contexto, nos encontramos en el segundo capítulo que nos instruye en el conocimiento completo acerca del ser, mediante un estudio analítico del cuerpo material y el alma espiritual. Krishna decide aprovechar la oportunidad para instruir a Arjuna en la ciencia espiritual ante las dudas que presenta. Le habla acerca de la diferencia entre el cuerpo y el alma. La naturaleza eterna del alma es diferente a la temporalidad del cuerpo. Así como el cuerpo cambia durante la vida y lo que permanece es el alma, al momento de la muerte el alma pasa a otro cuerpo. El alma no puede ser destruida de ninguna forma, por lo tanto no debe temer a la muerte y cumplir con su deber, pero hacerlo sin estar apegado al resultado. Krishna explica asimismo el propósito de los Vedas, como el medio para la elevación gradual de las almas. (hasta el v 30)
Dado que las explicaciones de Krishna, relativas a porqué Arjuna debía pelear, eran solo un resumen, y puesto que Krishna glorifica tanto el cultivo del conocimiento, como la acción desinteresada, Arjuna se confunde, pues ve estos dos caminos como si fueran opuestos. El desea dedicarse al cultivo de conocimiento y renunciar a la acción, como una excusa para retirarse del campo de batalla, y llevar una vida contemplativa. Arjuna, en consecuencia, inicia el capítulo tres, preguntando a Krishna porqué lo está alentando a luchar, si la inteligencia es mejor que la acción fruitiva.
Ideas Principales del segundo capítulo:
  1. Debido a las características propias de la naturaleza, todo el sistema de las actividades materiales es una fuente de perplejidad para todo el mundo. A cada paso hay perplejidad, y por ello es menester acudir a un maestro espiritual genuino, que pueda brindarle a uno la guía apropiada para cumplir con el propósito de la vida. (v.7)
  2. Como cada entidad viviente es un alma individual, el cuerpo de cada una de ellas está cambiando a cada momento. Sin embargo, se trata de una misma alma espiritual, y ella no sufre ningún cambio. Esa alma individual finalmente cambia de cuerpo al morir y transmigra a otro cuerpo, es el tema de las reencarnaciones (v. 12 y 13).
  3. En el desempeño correcto del deber, uno tiene que aprender a tolerar las apariciones y desapariciones temporales de la felicidad y la aflicción. Se recalca el caracter transitorio de la vida psicológica que se encuentra contrapuesta a la inalterabilidad del espíritu individual. (v. 14)
  4. Todo aquel que se mantenga firme en su determinación de alcanzar la etapa avanzada de la iluminación espiritual, y que, además, pueda tolerar los embates de la aflicción y la felicidad, es indudablemente una persona merecedora de la liberación. En la institución varnasrama que estudiamos en la unidad 2, la cuarta etapa de la vida, es decir, la orden de renuncia (sannyasa), constituye una situación difícil. Pero aquel que realmente quiere perfeccionar su vida, adopta sin duda la orden de vida de sannyasa, pese a todas las dificultades que se le presenten (abandono de la familia, amistades, hogar...) (v. 15)
  5. Por naturaleza, el cuerpo siempre está cambiando y es perecedero y el alma es eterna (v. 16 y 18)
  6. Para el alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. Ella no ha llegado a ser, no llega a ser y no llegará a ser. El alma es innaciente, eterna, permanente y primordial. No se la mata cuando se mata el cuerpo. El alma no nace, pero como toma un cuerpo material, el cuerpo nace. El alma no nace allí, y el alma no muere. Todo lo que nace también tiene que morir, y como el alma no nace, por ende no tiene pasado, presente ni futuro. El alma es eterna, perenne y primordial, irrompible e insoluble, y no se la puede quemar ni secar. El alma está en todas partes, y es sempiterna, inmutable, inmóvil y eternamente la misma.. (v 20 a 24)
  7. Existe un deber (Dharma) propio de cda hombre de acuerdo con su posición en la sociedad: Considerando tu deber específico como ksatriya, debes saber que no hay mejor ocupación para ti que la de pelear en base a los principios religiosos (v. 31,)
  8. A partir del v. 40 se señalan las normas de conducta a las que debe ceñirse el hombre que aspira al progreso espiritual y a la liberación (el aspecto práctico de la sabiduría). El Baghavad Gita llamará yoga al conjunto de normas y a las prácticas para conseguir el trance extático que se busca: la identificación del espíritu individual con el espíritu universal y con ello la liberación del ciclo de las reencarnaciones.
  9. La carencia de deseos y pasiones, la ecuanimidad, el control de los sentidos y e aislamiento frente al mundo, las prácticas ascéticas, la calma y serenidad, el uso de la meditación, la anulación de la influencia de los sentidos y la concentración, junto a la destrucción de los sentimientos egoistas ocupan un alto grado de importancia en las enseñanzas de Krishna (v 55 y ss).

Nacho Padró