lunes, 9 de abril de 2012

El Tercer Capítulo del Bhagavad Gita: el Yoga de la Acción.


Finalmente en el tercer capítulo Krishna le explica entonces el karma-yoga, el trabajo desinteresado, y aclara la idea equivocada de Arjuna, de que toda acción es egoísta y conduce al cautiverio. Krishna explica que Arjuna debe pelear, pero con conocimiento y desapego, sin caer víctima de sus propias atracciones y aversiones, ante la duda de si no seria más conveniente abstenerse de acciones, sobretodo si se trata de acciones terribles como dar muerte a sus propios parientes.
Conceptos principales:

  1. En el verso 39 del capitulo II, se explican dos clases de procedimientos, a saber, el sankhya-yoga y el karma-yoga, o buddhi-yoga. En este verso, se explica lo mismo más claramente. Sankhya-yoga, o el estudio analítico de la naturaleza del espíritu y la materia, es para personas que están inclinadas a especular y entender las cosas mediante el conocimiento experimental y la filosofía. La otra clase de hombres trabajan con conciencia de Krishna, tal como se explica en el verso 61 del capítulo II. En el verso 39 también se especifica que, por el hecho de trabajar según los principios del buddhi-yoga, o el cultivo de conciencia de Krishna, uno puede liberarse de las ataduras de la acción. El mismo principio se explica más claramente en el verso 61: que este buddhi-yoga consiste en depender por entero del Supremo (o, más específicamente, de Krishna), y, de ese modo, todos los sentidos pueden ser puestos bajo control muy fácilmente. Por lo tanto, ambos yogas son interdependientes, como la religión y la filosofía. (v. 3)
  1. Si no hay purificación, no se puede lograr el éxito con la adopción precipitada de la cuarta orden de la vida (sannyasa). (v. 4)
  1. La acción no sólo es superior a la inacción sino que en algunos casos es necesaria para subsistir y obligatoria en otros (las impuestas por el deber o Dharma). Pero la acción, para no ser perjudicial, debe ir acompañada del yoga del desapego, la indiferencia frente a los resultados.... (v. 8 y ss).
  1. Los hombres aseguran la existencia de los dioses (los alimentan) mediante los sacrificios y los dioses, a su vez, aseguran la existencia de los hombres concediéndoles los bienes de la vida. Siendo las acciones rituales las que están establecidas en los Vedas. Los rituales védicos, tales como los sacrificios prescritos, se realizan para la purificación de las actividades impías que se hacen en el campo de la complacencia de los sentidos (v. 11 y 15).
  1. Confundidos por las modalidades de la naturaleza material, los ignorantes se dedican enteramente a las actividades materiales y se apegan. Pero los sabios no deben perturbarlos, aunque esos deberes son inferiores por la falta de conocimiento de que adolecen los ejecutores. POr ello el conocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas ya es en si una actividad que contribuye a la salvación (v 29)
  1. El mandato de Krishna, constituye la esencia de toda la sabiduría védica, y, por lo tanto, es verdadero eternamente y sin excepción. Así como los Vedas son eternos, así mismo esta verdad de conciencia de Krishna es también eterna. La consagración al Señor de las acciones que se llevan a cabo porque tal es el Deber de uno aunque con plena indiferencia ante los efectos que ellas producen, por lo tanto, uno debe desempeñar sus deberes prescritos con plena conciencia de Krishna, antes que aquellos que se prescriben para otros (v. 30 a 35).
  1. Es el deseo el origen de todo mal, en especial el del encadenamiento a ciclo de las reencarnaciones y por ello se ha de luchar para aniquilarlo. Los sentidos, la mente y la inteligencia son los lugares de asiento de ese deseo, a través de los cuales ella cubre el verdadero conocimiento de la entidad viviente y la confunde. A traveés de los sentidos llega la información del mundo exterior que provocan el deseo, así el sometimiento de los sentidos es un pilar del yoga (v 37 y ss).

    Nacho Padró


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