lunes, 2 de abril de 2012

Principales Paralelismos entre David y Moises en Crónicas


En relación con la Ley, puede constatarse en Crónicas un hecho significativo: David es puesto en paralelo con Moisés, de tal manera que queda con ello subrayada su autoridad no sólo legislativa, sino también profética. El paralelismo entre ambos personajes deja constancia no tanto de la autoridad de Moisés, que se da por supuesta, como de la autoridad de David, el personaje clave para Crónicas, pues es David, en efecto, quien actualiza y completa los decretos de Moisés según las necesidades de la época del segundo templo.
Para el Cronista, la alianza con David es superior a la del Sinaí. De esta convicción nacen las afirmaciones sobre la estabilidad perpetua de la casa de David, (es la profecía de Natán), la insistencia sobre la alianza de Dios con la casa de David y su relación con la auténtica teocracia, (el tiempo en el que Dios será el verdadero rey). El pueblo de Dios es una teocracia que gira en torno a la dinastía davídica. Esto implica la convicción de un futuro escatológico en el que se cumplirán las promesas y aparecerá el Rey Mesías.
2 Cr emplea tres veces la expresión “preceptos de David”, en uno de los tres casos, aparece en paralelo con la expresión “preceptos de Moisés”. Según 2 Cr los "preceptos de David" se refieren a ordenaciones sobre las clases levíticas y a su actuación en el templo. Se trata de tres pasajes que se sitúan en los reinados de Salomón (8,14), de Ezequías (29,25) y de Josías (35,15). En el contexto de la reforma de Josías, cabe citar,asimismo, la expresión “lo que expuso David por escrito” de 2 Cr 35,4.
Destaca en particular 2 Cr 8,12-16, fragmento que subraya la fidelidad de Salomón a los preceptos mosaicos y davídicos. El cronista transforma profundamente 1Re 9, 25 (v. 12) y añade los vv. 13-16, en los cuales muestra la obra de Salomón como la ejecución de las reglas dictadas por David en conformidad con las prescripciones mosaicas tal como fueron elaboradas por el Código sacerdotal. En este contexto, sobresale el paralelismo creado en 2Cr 8,13-14 entre “preceptos de Moisés” y “preceptos de David”. Mientras en el v. 13 se atribuye a Moisés la ordenación de las fiestas, incluyendo las adiciones de Nm 28-29, propias de P, en el v. 14 se atribuye a David la organización del personal del templo, en la línea de lo ya establecido para los levitas en 1 Cr 23-26. Por otra parte, en el mismo v. 14, la paternidad davídica de estas clases levíticas queda ya puesta en evidencia desde el mismo comienzo del v., donde se lee: “siguiendo las normas de su padre David”. En paralelo con Moisés, la autoridad de David es ejercida en un dominio de vital importancia para el cronista: el que determina la capacitación de las clases levíticas para el culto.
En 2 Cr 8,14 hay otra señal por medio de la que el autor, que no pertenece al estadio más antiguo de Crónicas, muestra su interés en subrayar el paralelismo David-Moisés: se trata de la aplicación del calificativo “hombre de Dios” a David, apelativo que en 1 Cr 23,14 es aplicado Moisés. En este punto, dado que la expresión "hombre de Dios" designa a los profetas en la tradición deuteronomista (1 Sm 9,6), es, en gran medida, probable que con ello el autor quiera destacar la condición profética de David, comparable a la de Moisés, condición que, en Cr, se hace visible en sus disposiciones sobre las clases levíticas.
Finalmente, en el contexto de la pascua de Josías (2 Cr 35,1-19), en la que se habla de los levitas como encargados de las responsabilidades cúlticas y, además, como "encargados de instruir a Israel" (35,3), todo es preparado según las disposiciones de David (cf. 35,15). En el interior de los vv. 3-6, tiene un interés particular la alusión a lo que David y Salomón habían dispuesto por escrito (“como dispusieron por escrito David y su hijo Salomón” (v. 4), hecho que la tradición posterior considera como un desarrollo de lo que había ordenado Moisés.
Los textos analizados, que abarcan un largo período postexílico, invocan la paternidad davídica sobre determinadas instituciones y costumbres de Israel. La autoridad con la que, en determinados temas por los que el cronista se interesa, actúa el gran monarca tiene sólo un gran paralelo: el de Moisés. La autoridad de ambos no sólo es considerada como legislativa, sino también como profética. Pero para los autores de Crónicas, la actuación profética e innovadora de David se concentra, de manera particular, en la instauración y consolidación por una parte de la monarquía y por otra parte de las clases levíticas, a las que confía el culto de Yahvé. En los temas en los que Crónicas no se manifiesta innovador, se presupone como vigente la legislación mosaica. El paralelo David-Moisés se da tan sólo cuando se pretende destacar la autoridad de David en los puntos en los que, según el pensamiento del cronista, el monarca actualiza o complementa la legislación mosaica. En síntesis, los textos más característicos, que ofrecen el paralelo citado, son los siguientes:
1) 1 Cr 15,2, comparable a Dt 10,8, sobre la elección de la tribu de Leví para llevar el arca y servir al Señor.
2) 1 Cr 28,11, en comparación con Ex 25,9.40, sobre el modelo del templo y del santuario. porque iba a ser un edificio, ya que ni él ni sus arquitectos jamás haya visto. Moisés tenía un diseño del tabernáculo, se le mostró en el monte (Heb. 8:5), por lo que tenía David del templo, de la mano inmediata de Dios sobre él, 1 Cr. 28:19.
3) 1 Cr 29,1-9, en comparación con Ex 25,2; 35,4-29, sobre las ofrendas voluntarias para la construcción del templo.
4) La designación de los preceptos de Moisés como “preceptos de Moisés” en 2 Cr 8,13 y como “preceptos de David” en 2 Cr 8,14.
5) La denominación "hombre de Dios" a Moisés en 1 Cr 23,14 y a David en 2 Cr 8,14.
En estos textos, el paralelismo David-Moisés deja constancia de la autoridad de David en un amplio período postexílico. La figura davídica actualiza e interpreta la Ley mosaica según las necesidades de la época de Cr.
Interesa destacar aquí la alusión de Ex 25,9 y 25,40 que 1 Cr 28,11-19 contiene. En el pasaje de Ex, de tradición sacerdotal, el Señor confía y muestra a Moisés el modelo del santuario que debe ser construido. Ambos pasajes presentan un vocabulario afín: así la expresión “modelo, planos” que hallamos en Ex 25,9 y 1 Cr 28,11; Ex 25,40. De común tienen además la referencia a los “utensilios” en Ex 25,9 y 1 Cr 28,13, que forman parte del modelo que les es confiado por el Señor. Estas alusiones de Cr a Ex contribuyen a realzar literariamente la importante función que según Cr desempeña David en lo que respecta a la construcción del templo y a la organización del culto. Se trata, en efecto, de una función paralela a la desempeñada por Moisés. Otro detalle literario confirma este paralelismo: en 1 Cr 29,1-9 David invita a colaborar, con ofrendas voluntarias, a la construcción del futuro templo, de la misma manera que en Ex 35,4-29 (cf. Ex 25,2) Moisés había realizado una petición de tributos para la construcción del santuario. En lo que se refiere al modelo del templo, David asume, por tanto, en Cr funciones análogas a las que en Ex ejercía Moisés.

Nacho Padró

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