lunes, 14 de enero de 2013

El Dhammapada



Dhammapada es una de las mejores obras de la literatura Budista, su estilo pedagógico y literario sigue el ejemplo de "las bellas letras" de la cultura Kavya en India que han sido utilizadas para enseñar acerca de los misterios de vida y ofrecer consuelo a quien las escucha. El conjunto de enseñanzas en el Dhammapada tomó forma en la Segunda Asamblea Budista que se celebro alrededor de los años 377 antes de la era cristiana. Está compuesta por comentarios y enseñanzas morales que han formado la idea principal entre las antiguas religiones del mundo con el propósito de tratar de explicar la filosofía del universo espiritual, y proveer a quien las comprende con los principios morales que los guiarán en el transcurso de su vida. El texto es parte del Khuddaka Nikaya del Sutta Pitaka, aunque aproximadamente la mitad de los versos también se encuentran en otras partes del Canon Pali

El Dhammapada forma parte del Khuddaka y consta de 423 estrofas, la mayoría de dos versos, repartidas en 26 capítulos. El Dhammapada  es muy apreciado en los países budistas, donde ocupa un lugar equivalente en la vida religiosa al Bhagavad Gita en las regiones hinduistas. Muchas estrofas del Dhammapada expresan ideas que pertenecen al patrimonio común de la India y se encuentran también expresadas, en forma equivalente o en forma casi idéntica en los textos clasicos del hinduismo como el Mahabharata. Según la tradición, los versos del Dhammapada fueron pronunciados por Buddha en varias ocasiones. Un comentario del Siglo IV ó V d. C. atribuido a Buddhaghosa incluye 305 historias que dan contexto a los versos. El título es un término compuesto de las palabras "dhamma" y "pada", cada una de las cuales tiene varios significados y connotaciones. En general "dhamma" hace referencia a la "doctrina" de Budda o a una "verdad eterna" o "virtud", y "pada" significa literalmente "pie" y en este contexto puede traducirse por "camino" o "verso". Es común entonces que a Dhammapada se lo traduzca a veces por “El Sendero de la Virtud” o “El Camino de la Rectitud”.

Según la tradición, las enseñanzas de Buda fueron cuidadosamente retenidas en la memoria y escritas por sus discípulos. Tiempo después del ingreso de Buda al Nirvana, fueron compiladas por los monjes más antiguos de la Orden a fin de que el mensaje de su Maestro se pudiese conservar y transmitir a las nuevas generaciones de monjes. Según narra una tradición, esta tarea se realizaba en los monasterios durante la estación de las lluvias, período especialmente adecuado para el estudio y el recogimiento. De esas enseñanzas fueron seleccionadas las 423 más importantes sentencias que habían sido pronunciadas por el Buda en unas 300 ocasiones para luego, ordenarlas  y dividirlas en  los 26 capítulos. Así es como ha tomado forma el sagrado Dhammapada que ha llegado hasta nuestros días.

El Dhammapada siempre ha sido muy apreciado por los estudiosos del budismo, no solo como fuente importante para el conocimiento de la doctrina, sino por su innegable estilo literario que se hace presente en muchas de sus estrofas: “Ha sido para el estudio del Budismo una verdadera buena suerte el tener a su disposición, desde el comienzo, el Dhammapada, la más bella y rica de las recopilaciones de estancias;… es a esta recopilación que debe volver todo el que quiera llegar a comprender el alma interior del Budismo” (Oldenberg). “Es una joya de la literatura budista” (Andrè Bareau) o “En el Dhammapada del canon pali tenemos la más hermosa colección de sententiae conocidas en la India” (Keith). Esto explica que haya sido traducido a numerosas lenguas de Europa y Asia.

Una curiososidad son los versos de Dhammadina que aparecen en el Therigatha  y que  también se hacen eco a las palabras del Buda. En ella se toma los versos del Buda (que aparecen en el Dhammapada) y los transporta al género femenino. 

Con el deseo de poner fin al sufrimiento,
con total atención,
ése es el modo.
Cuando su corazón no está
apegado al placer, decimos,
“Esa mujer ha entrado en la corriente”.
(Susan Murcott, The First Buddhist Women, Parallax, Berkeley 1991, p. 64). 

Nacho Padró

No hay comentarios: