jueves, 17 de enero de 2013

La Iglesia Copta en el mundo Musulmán.



Tanto la Iglesia copto-ortodoxa como la católica y la protestante se enfrentan hoy a los mismos problemas: el fundamentalismo islámico y la emigración, los dos fuertemente entrelazados. Los coptos insisten en su identidad egipcia y árabe y en la solidaridad con los musulmanes. Un comportamiento difícil de practicar sobre todo a partir de los años setenta con el auge del fundamentalismo que tiende a aplicar a toda la sociedad la shari'a coránica, lo que significaría reducir a los cristianos a súbditos de segunda categoría, a simples dimmi o protegidos. Es bien sabido que los islamistas provocan incidentes confesionales con el fin de movilizar a las masas musulmanas contra la minoría cristiana. A partir de la muerte de Abdel Naser se han producido graves tensiones interconfesionales en Alejandría (1972), Minia (1978), El Cairo, Alejandría y Asiut (1980), Alejandría y El Cairo (1981), el-Fayum (1984), Abu Korkas y Alto Egipto (1990), El Cairo (1991), Asiut (1992), y se prosiguen en forma endémica hasta nuestros días. Como resultado de estas tensiones, la comunidad cristiana abandona el país.
En una entrevista concedida por el Patriarca copto ortodoxo a los medios de comunicación el 27 de octubre de 1996 en Alejandría, Shenuda III declaraba: 'Los fundamentalistas practican dos géneros de actividades. La primera es la agresión, la violencia, la discriminación y el incendio de iglesias'. La segunda es 'crear un ambiente de tensión entre la población... Nosotros no podemos cambiar esta situación con lamentos y conflictos. La solución está en buscar el modo de mejorar la posición de los coptos por medio del diálogo y el amor'. Y a continuación precisaba: 'Uno de mis mejores amigos es Muhammad Sabed Tantawi, jeque de el-Azhar (la universidad islámica del Cairo)... No podemos usar la violencia contra la violencia ni el odio contra el odio'.

Nacho Padró

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