martes, 25 de junio de 2013

Cienciología y Cristianismo


Las ideas y conclusiones que propone la dianética o cienciologia son incompatibles con la visión cristiana de Dios, la Historia y el hombre que propugna el cristianismo. Según la Iglesia cienciológica, el hombre puede lograr cualquier cosa con la ayuda de la Auditación, dejando de lado la ayuda y gracia y la providencia divina. Para la cienciología el sentido trascendente de la persona no existe, no deja de ser un residuo enegrama. Antropológicamente también hay poca conexión al considerar al hombre como un ser ilimitado con una salvación que depende de sí mismo y de los demás como parte práctica de su salvación. A parte de creer en la reencarnación, no toman en cuenta la obra redentora de Jesucristo ni la resurrección, tampoco la relación con Dios. Sólo coinciden en la designación de Iglesia como comunidad de creyentes, aunque en su caso es una organización claramente empresarial (con caros cursos y seminarios de formación y ascensión en el conocimiento).
Entre los elementos que la hacen incompatible con la fe católica se encuentran las creencias en la reencarnación de las almas y que el dios en el que creen no influye ni en la vida de los hombres ni en la historia de los pueblos. Por lo tanto, no tienen ningún compromiso humano moral, porque como el dios en el que creen no interviene ni en la vida ni en la historia y esto les permite poder tener el código moral que ellos establezcan y les interese.

Una lectura por la literatura de la cienciología nos muestra que está llena de contradicciones acerca de Jesucristo. Su perspectiva de relaciones públicas con respecto a Jesucristo que se encuentra en el libro promocional ¿Qué es Cienciología?, podemos leer en el capítulo 2  "El patrimonio religioso de la cienciología", después de las secciones sobre los primeros ritos religiosos y sobre los budistas, se lee que Jesús de Nazaret "trajo nueva esperanza al hombre al predicar que la vida no es lo único que el hombre puede esperar". Luego se muestra un hombre en la cruz con la leyenda: "Aunque fue crucificado, la esperanza que Cristo trajo al hombre no murió. En lugar de ello, su muerte se convirtió en un símbolo del triunfo del espíritu sobre el cuerpo material y así trajo nueva conciencia de la verdadera naturaleza del hombre". Para un cienciólogo, Jesucristo fue solo un hombre agradable, quien desafortunadamente fue muerto injustamente, y cuya historia termina con su muerte.

El texto de la cienciología es una enseñanza de la Nueva Era, que reduce a Jesús a un mero símbolo y elimina completamente la verdad acerca de su persona divina, así como el significado de su muerte, sepultura y resurrección, donde yace la verdadera esperanza del hombre. Jesucristo murió en la cruz por los pecados de la humanidad, para reconciliar al hombre con Dios, como Salvador de la raza humana y único camino hacia el Padre.

Enseñanzas más "avanzadas" sobre Cristo (en los materiales del curso de nivel VIII de cienciología y en un artículo de la revista Certainty Magazine), muestran a Jesús como un "producto de la imaginación" y lo reducen a "sólo una sombra" en los niveles de conciencia espiritual de la cienciología, unos ocho niveles debajo del máximo estado que pueden alcanzar, el de Thetan Operativo VIII (OT VIII, por sus siglas en inglés). En el nivel OT VIII se les pide abandonar su creencia en Jesucristo porque es un "producto de la imaginación", un implante que es necesario borrar de la mente para proceder en el camino espiritual hacia la inmortalidad.
Aunque los cienciólogos asegurarán que la Cienciología es compatible con el Cristianismo, la Biblia se contrapone a todos y cada uno de los puntos de las creencias que ellos sostienen lo que hace que el diálogo sea prácticamente iposible: Dios es soberano y el único creador del universo (Génesis 1:1); la raza humana fue creada por Dios (Génesis 1:27); la única salvación posible para el hombre es por medio de la gracia, y a través de la fe en la obra terminada de Jesucristo (Filipenses 2:8); la salvación es un regalo gratis por el que la raza humana no hizo nada para merecerla (Efesios 2:8-9). La Iglesia de la Cienciología Internacional no tiene una definición clara de la naturaleza o persona de Dios. Las referencias a un ser supremo son raras en la literatura de la cienciología, donde se le llama el "ocho dinámico" o la "infinidad". El ser supremo se define con términos vagos y panteístas, como abrazar la "totalidad de todo", por contra para los Catlólicos Dios es el Creador eterno, infinito y personal del universo (Gn. 1; Dt. 6:4). Él es espíritu (Nm. 23:19; Jn 4:24) y ha existido desde la eternidad en forma de trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mt. 28:19; 1 Cor. 12:4-6).
Como final de la poca conexión entre el cristianismo y la cienciología, hay que considerar que la ciencióloga afirmaba confiadamente que Jesús murió en la cruz porque los judíos no pudieron aceptar sus enseñanzas budistas. En sus cursos explica cómo Jesús había estudiado en China y se había convertido en un monje budista antes de su ministerio en Palestina, y que la visión tradicional de lo que enseñó Jesús y por qué murió era sólo una opinión como han afirmado algunos ex-adeptos. Finalmente L. Ron Hubbard y la Iglesia de la Cienciología sostiene que los pecados de una persona sólo pueden ser perdonados si la persona paga para pasar por el proceso de auditoría ofrecido por la Iglesia y termina convirtiéndose en un Thetan Operativo, eliminando de un plumazo la salvación para todos y gratuita.

Nacho Padró

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