viernes, 10 de julio de 2015

Agogé: La educación espartana

En los últimos tiempos, el imaginario espartano se ha hecho mundialmente conocido por la adaptación cinematográfica de los cómics de Frank Miller. “300”, y “300 el origen de un imperio” nos ha mostrado el lado más Hollywoodiense de la cultura espartana y de la Grecia clásica en general. Dejando a un lado la falta de rigor histórico de estas películas, hagámonos una pregunta: ¿Cómo eran educados los jóvenes en la antigua Esparta?
La educación espartana difiere de la de las demás polis griegas, ya que los espartanos, eran una sociedad plenamente militarista. Al contrario de los demás griegos, los jóvenes espartanos vivían y morían por y para el Estado. Desde su nacimiento eran ya puestos a prueba, pues los recién nacidos debían de pasar ante los ancianos de la tribu, magistrados designados por el Estado, un control donde se determinaría si eran aptos o no para convertirse en fuertes y valerosos guerreros. Los neonatos más débiles o enfermos eran abandonados en un lugar próximo al monte Taigetodesignado a tal efecto. Al parecer las niñas no eran expuestas a esta prueba, pues su estado físico no repercutía directamente en las batallas.
Durante los primeros 7 años, los niños vivían bajo la tutela de la madre, y a partir de esta edad, eran reclutados por el Estado para comenzar su educación. La educación de niños y niñas se realizaba por separado, y era rara la vez que coincidían durante su niñez. Desde el principio se les obligaba a ir descalzos, y únicamente podían vestir con un manto que les donaba el Estado, debiendo llevarlo tanto si hacía frio como si hacía calor. Todo se hacía en comunidad. Los niños eran supervisados por los éforos, la más alta magistratura de Esparta, y cada diez días eran puestos a prueba. La instrucción militar y el ejercicio atlético les endurecería los músculos y los prepararía para las futuras batallas. 
A los 12 años se les cortaba el pelo, y hasta los 14 el entrenamiento se endurecería cada vez más. Los niños eran obligados a robar su propia comida a las comunidades sometidas de ilotas, incluso a otros jóvenes mayores, siendo castigados y azotados si eran descubiertos. Luego, a partir de los 14 años, y hasta los 20, los efebos espartiatas realizaban una instrucción militar preliminar.  A partir de esta edad podían dejarse crecer el pelo. Al realizarse todas las actividades en grupo, y alentar a los jóvenes a la competitividad entre ellos, los más destacados y decididos eran rápidamente preparados para convertirse en los futuros mandos de la falange espartana. De los 20 a los 30, la instrucción militar se completaba definitivamente.
La syssitia o comidas comunitarias, eran una forma de igualar a los ciudadanos espartanos, y un estadio fundamental de desarrollo para  la edad adulta, ya que hasta que no alcanzaban los 30 años, y con ello la madurez, un espartano no conseguía el pleno derecho ciudadano, el honor de entrar en combate como parte del ejército, o el derecho de participar en el gobierno de la ciudad. Los jóvenes espartanos tenían derecho a contraer matrimonio a partir de los 20 años, aunque deberán permanecer con su grupo hasta los 30.
Para las niñas la educación era similar, aunque no tan estricta. Las jóvenes vivían en comunidad, hacían ejercicio físico, estaban bien alimentadas, y eran preparadas básicamente para parir hijos sanos y fuertes. A diferencia de las demás griegas, e igual que los hombres, las mujeres griegas estaban eximidas de la realización de cualquier trabajo doméstico o de naturaleza económica.
Entre las fuentes principales para la sociedad lacedemonia encontramos al poeta espartano Tirteo (VIIa.C), que nos da una valiosa información sobre este tema en sus poemas. El historiador romano Plutarco (49-120 d.C) también es una gran fuente de información sobre este tema gracias a su obra dedicada al legendario legislador  espartano Licurgo (finales s. IXa.C), creador de la Retra, la Constitución espartana.  El ateniense Jenofonte, nacido en el año 430aC, y defensor y conocedor  de los valores espartanos, también no ha legado una valiosa información en su tratado sobre La república de los lacedemonios.
Mucho ha inspirado a lo largo de la historia el pueblo espartano. Diferentes civilizaciones, imperios o naciones modernas, han sido atraídas por el valor de una sociedad guerrera, temida por amigos y enemigos, la cual ha demostrado su valor ante la guerra y su desprecio a la muerte, como quedará reflejada en la memoria de su rey más conocido: Leónidas.
El poeta griego Simónides (556-468aC), nos ha dejado un epitafio en honor a los caídos de las Termópilas en el agosto de 480aC, el cual refleja de manera breve y concisa la educación espartana, siempre gestionada por el Estado, ya sea en la vida o en la muerte:
Ve y di a los espartanos, caminante, que obedeciendo a sus órdenes, aquí yacemos

Via: VV.AA. “La antigua Grecia, historia política y cultural”
Más información: C. Fornis, “Esparta. Historia, sociedad y cultura de un mito historiográfico”.ed. Crítica; J.M. Casillas, “La antigua Esparta”, ed. Arcos.
http://queaprendemoshoy.com/agoge-la-educacion-espartana/

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buena entrada, aunque creo que podrías haber incidido más en el aspecto HOMOSEXUAL de los jóvenes. Te dejo un artículo al respecto para completar https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/04/23/la-infancia-y-la-educacion-en-esparta/